INTRODUCCIÓN

 En ocasiones la verdad duele y preferimos no escucharla, nos negamos a creerla y nos inventamos un mundo irreal lleno de fantasías en el cual vivimos nuestras dichas y pasiones, dejando atrás temores y todo aquello que nos duele, sin embargo, de vez en cuando nos inundan los demonios de la realidad y nos arrojan desnudos, sin treguas ni pesares, a esa vida que de a poco ignoramos y que siempre está ahí, recordándonos lo humanos y defectuosos que somos y que no se puede pedir ni exigir perfección a seres totalmente imperfectos.

Aceptar que la culpa es nuestra, es el primer paso del admitirnos como somos, aceptar que los demás son libres de tomar sus propias decisiones y elegir el camino que quieren recorrer (así nosotros no estemos ni remotamente pensados en ellos), las piedras que quieren golpear y las lágrimas que quieren derramar… ahí inicia el verdadero sentimiento; amar no es atar, no es intimidar, ni mucho menos esperar; amar es renunciar con sacrificio, recibir, es dejar volar y dejar ser.

La culpa es de uno

Mario Benedetti

 

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquíhabía hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquíhabía apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomas lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

 PREGUNTAS

  1. ¿Por qué la culpa es de uno?
  2. ¿Qué sentimientos te despierta el poema?
  3. ¿Te sientes o no identificado con el poema?
  4. ¿Cuándo y de qué forma se vive el desamor?
  5. ¿Existe cura para el desamor? ¿cuál?
  6. ¿Has sentido en algún momento de una relación, que la culpa es tuya? ¿De qué modo?
  7. ¿Qué motivos tuvo el autor para construir el poema?
  8. ¿Cómo te hubiera gustado que terminara el poema?
  9. ¿Con qué otro poema lo podemos comparar o relacionar?
  10. ¿Qué características presentan los personajes del poema?
  11. ¿Cómo caracterizas al autor del poema?