Reflexionando la práctica pedagógica desde la tecnocultura

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La irrupción de las nuevas tecnologías nos obliga a educar a los niños de manera distinta. Howard Gardner

El efecto envolvente, casi que imperativo de la era digital actual frente a la  invisibilización de lo humano convoca  con fuerza el quehacer pedagógico y por ende, a la escuela, cuyas prácticas de aula siguen siendo mayoritariamente, reproductoras y conductistas. Lo anterior con la intención de persuadir que se reconozca la interacción entre el sujeto enseñante, el sujeto aprendiz y la tecnocultura como realidades contemporáneas de los espacios educativos. El quehacer pedagógico no solo orienta procesos, también contribuye a la formación de ciudadanía desde una práctica contextualizada pensada en el estudiante y en los procesos de transformación de las nuevas tecnologías informáticas como mediadoras culturales del conocimiento y los aprendizajes. Desde esta perspectiva se aborda este escrito.

Se hace necesario comprender las diversas maneras como se integran e interactúan el desarrollo tecnológico y las prácticas de lectura y escritura en el aula y fuera de ella. Al respecto, como lo señala Barbero (2002), estamos ante un descentramiento cultural desconcertante y que la mayoría del mundo escolar no está sabiendo entender. Sucede a menudo, que algunos estudiantes no desarrollan procesos de lecto escritura en las actividades escolares, lo cual se refleja en la valoración de su desempeño académico. Sin embargo, fuera de este contexto educativo, a través de las redes sociales, páginas webs, blogs, entre otros, realizan lecturas y procesos de creación y producción textual que dan cuenta de sus gustos, afinidades y maneras de percibir la realidad críticamente. ¿Qué pasa, por qué en las dinámicas escolares no leen, crean y producen? El mundo escolar no lo entiende, ¿o no lo quiere entender? En lugar de entender las nuevas tecnologías como mediaciones culturales del aprendizaje, las han reducido a instrumentos didácticos, a herramientas de ayuda o a referentes temáticos en la planeación curricular.

Al parecer se está dando una subutilización de las tecnologías educativas puesto que se les niega el valor pedagógico. Sobre esa manera de asumir esta realidad, Barbero (2002) dice que esa actitud no ayuda en nada a entender la complejidad de los cambios que está sufriendo el mundo de los lenguajes, las escrituras y las narrativas. Le corresponde al docente, a través de su práctica pedagógica participar de esas transformaciones en cuanto al abordaje de la lectura y la escritura en los estudiantes, una vez que desde esta práctica se ha de transformar el quehacer pedagógico en insumo invaluable para la reflexión del maestro.

Un ejemplo muy real en relación con la subutilización de la informática en los establecimientos educativos, es el de los Computadores para Educar, con la creencia de que la sola incorporación de una tecnología producirá cambios deseables y positivos y que es la respuesta a los problemas del “subdesarrollo” y la pobreza de nuestro país (Rueda, 2004, P. 4).

Una situación latente, circundante en el contexto educativo, es que la tecnología está siendo absorbida por prácticas tradicionales que se desarrollan al interior de las aulas e incluso, en las salas de informática. Por ejemplo, las actividades solicitadas a los estudiantes son textos procesados o presentaciones, en el caso contrario, los profesores alguna veces, asumen la “innovación tecnológica” con el recuso de llevar la clase en una presentación en diapositivas, apoyada en videos de You Tube. Dicho de otro modo: más de lo mismo pero con nuevos medios. En palabras de Rueda (2004), la fuerza de la novedad y la necesidad de estar “al día” con el último desarrollo tecnológico refuerza un cierto sonambulismo tecnológico en el que se usan las tecnologías pero no se sabe para qué.

Finalmente, queda no solo la reflexión sino el reto de que los docentes que estamos en la categoría de inmigrante digital (por aquello de que convivimos con la tecnología, la utilizamos para el trabajo, el ocio y el placer, pero no nacimos ni crecimos con ella: nos adaptamos), seamos capaces de transformar nuestra práctica pedagógica, desde la participación activa y democrática como propone Sangüesa (2014). Y como dije al inicio, abandonar el modelo de reproducción y conductismo de prácticas educativas que resultan en obsolescencia. En cuanto a la gestión educativa, se debe insistir en la aplicación de acciones reales que posibiliten la verdadera innovación. Además, de ello, comprender que los estudiantes de hoy están inmersos en un sistema educativo diseñado para generaciones anteriores, por lo que se les ofrece, impone, no corresponde a sus expectativas. Este cambio de paradigma implica, resignificar y actualizar la práctica pedagógica, puesto que la tecnocultura contemporánea es quien determina los nuevos saberes. Esos saberes que escapan a ese centro, cuya lógica impone a la lectura y al aprendizaje el movimiento lineal de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, que Es la lógica que aún modela y moldea los sistemas educativos de Occidente. Barbero (2002).

Nelly Díaz Puerta

Referencias bibliográficas

Martín-Barbero, J. (2002). Transformaciones del saber y del hacer en la sociedad contemporánea. Revista Electrónica Sinéctica, (21), 59-66.

Rueda, Ortiz (2004). Tecnocultura y nuevas ciudadanías. (¿!). Revista Periferia, 4, 84-91.

Sangüesa, R. (2014). La tecnocultura y su democratización: ruido, límites y oportunidades de los Labs. Revista iberoamericana de ciencia tecnología y sociedad8(23), 259-282.

El auge inevitable de la tecnología en la vida común del hombre

Me he preguntado muchas veces por la forma como Sherlock Holmes hubiera resuelto en nuestros días sus aventuras y los casos que he leído y que me han asombrado no sólo por la astucia con que actúa sino por su mente brillante y su particular sensibilidad ante las diversas situaciones misteriosas que vive. De manera contraria, me he cuestionado sobre la manera como los personajes detectives de diferentes series policiacas de televisión estadounidense hubieran resuelto los casos de las aventuras de Sherlock Holmes sin las herramientas o instrumentos que la ciencia y la tecnología les ha facilitado y el mismo cine les ha otorgado. Inteligencia, astucia y una mente brillante más las bondades de distintos aparatos, objetos, dispositivos e inventos tecnológicos: solución práctica y rápida a tantas eventualidades de la vida del hombre, lo que quizá estemos apreciando en la actualidad.

Pero como lo afirma Arthur Conan Doyle en boca de su personaje estrella, “la realidad supera la ficción”, y por tanto, tenemos en el mundo actual – afortunadamente en Colombia – la oportunidad de operar bajo el manto de la ciencia y vivir el auge de la tecnología y con ella, los medios o formas de comunicación que si bien han generado polémica, indiscutiblemente se han sostenido en una sociedad cada vez más subordinada a ellos.

Somos parte del universo de las demandas y las ofertas, del consumo y las promociones, de una “modernidad líquida” que, como lo expresa Zygmunt Bauman, conlleva transitoriedad, transformación contaste y liberalización de los mercados. Desde su óptica, podría pensarse en que en una sociedad permeada por la tecnocultura se debilitan y minimizan las relaciones humanas y los vínculos afectivos gracias a las posibilidades que confiere la virtualidad, donde se pueden crear uniones sentimentales sin la necesidad del cuerpo, del tacto, de la presencia real del otro. Pero es del todo respetable su posición que intenta además mostrar una humanidad frágil, insegura, desdibujada en su estado de bienestar y caracterizada por lo efímero.

Sin presunción de dar por sentado su forma de concebir la sociedad actual, puedo tener la certeza de que en verdad nos describe en mucho el pragmatismo con que actuamos, en especial, cuando la globalización y el mismo mercado nos inducen a pensar y obrar con superficialismos propios de las condiciones de vida que nos toca.

Ahora bien, si la cultura nos da la oportunidad de definirnos, de construirnos y de ser, es desde la tecnocultura donde quizá podríamos complementarnos a partir de la multiplicidad de herramientas que nos brinda en el día a día, aunque su carácter placentero y cambiante, medie en circunstancias y situaciones que nos lleven a ganarnos una identidad incierta y flotante, que no nos permita reconocernos, que nos absorba entre las experiencias y el encanto de las bondades que ciencia y tecnología nos muestran y nos obligan a adquirir, donde la carga de objetos materiales y la errada concepción de diferenciación social dada por el valor de las cosas sean los que nos den una posición y un lugar entre los otros.

Es preciso imaginar que lo que vivimos tenía que suceder. Esta falencia del ser en nuestros días debe acarrear consecuencias positivas toda vez que la misma humanidad se reconstruye y se resignifica. Desde esta mirada, sería absurdo negar las innumerables ventajas que nos ha proporcionado la diversidad de aparatos electrónicos y objetos fruto de la invención del hombre y de su extraña manera de proyectarse. Hasta en la literatura fuimos, somos y seremos capaces de perfeccionarnos mediante el poder de la imaginación y la particular forma de predecir el futuro. ¿No sucedió así con los viajes aéreos, el fonoteléfono, las armas eléctricas y el submarino de Julio Verne? ¿Y qué habría sido de muchas mujeres que conllevan una vida polifacética que suma los deberes familiares, sociales, laborales y profesionales, sin las lavadoras, el horno microondas y los pañales desechables?

Soy mujer, hija, esposa, madre, estudiante y docente. Mi existencia debe transcurrir entre mis sueños y los intereses de otros sobre mí, y esto último es lo que a veces resulta más absorbente y complejo vivir. Los libros cautivaron en esencia mi infancia; junto con los juegos callejeros y los paseos, enriquecieron mi niñez y han sustentado gran parte de mi transcurrir. Pero con ellos, también tomaron su lugar los dibujos animados que veía en la televisión a blanco y negro en casa de mi abuela y a color en casa de mis padres; los video juegos representados en un aparato llamado Atari, más adelante Nintendo, que hacían que mis fines de semana fueran más divertidos y acompañados, porque no muchos pudieron tenerlos. En mi casa siempre hubo una nevera, una estufa y ventiladores en cada habitación. Más adelante fueron llegando el betamax, la lavadora, la bicicleta soñada y otros objetos más. Las muñecas que también nutrieron mi imaginación en los juegos de corredor entre niñas del barrio, fueron haciéndose cada vez más reales y bonitas. Podría seguir enunciando muchas más cosas que he podido usar, disfrutar, apreciar, admirar y hasta criticar. Con plena convicción también podría asegurar que han llegado a la vida de todos los seres humanos de una u otra manera, pues es de comprender que no habitamos un mundo estático ni detenido en el tiempo. Macondo, en cada colombiano, ha existido y con su transformación única, nos ha deleitado.

De este modo, la tecnología y el avance de la ciencia indudablemente se ha incorporado en mis actitudes y mis maneras de idear y diseñar mi realidad, toda vez que en cada área de mi vida han estado presente convocándome a seguir con o sin la destreza que se requiere, sus virtudes y posibilidades, facilitándome diversas tareas cotidianas. Es así como por ejemplo, desde hace un tiempo, la computadora juega un papel preponderante en las actividades que el estudio y el trabajo me asignan. Su influencia ha sido del tamaño de lograr empoderarse de un acto que considero habitual y común cada día: la escritura.

Debo confesar que la habilidad de escribir en papel utilizando un esfero se me ha vuelto difícil, toda vez que tanto para tomar nota, organizar mi agenda, redactar trabajos, elaborar escritos y plasmar sentimientos, utilizo en gran medida el medio digital, pues me ha atraído por la practicidad de emplear al mismo tiempo otras alternativas y así mejorar mis discurso. He llegado a percibir que incluso ha potencializado mi imaginación y pensamiento, no sabría explicarlo, pero parece real. De igual manera, lo observo en la vida de mi esposo, quien además lleva una vida más cercana con este aparato, al tener en él todo su medio de sustento y de profesionalización.

Puedo entonces afirmar que mi accionar en un mundo que se provee de manera vertiginosa de múltiples y variados medios e instrumentos, se ha visto enriquecido y complementado, porque además pienso en la transformación como un estado inherente al hombre, que siempre estará en búsqueda de mejorar su calidad de vida, aun enfrentando errores y asumiendo ensayos en su exploración. Tal vez por ello filósofos contemporáneos no dejarán de reflexionar acerca de la misma transitoriedad que la tecnología subyace, pues ella siempre estará ansiando algo mejor.

Desde la forma como mi familia se abastece de agua, desde los dispositivos que me permiten interactuar con muchas personas estando lejos o cerca de ellas, desde los medios de transporte que obligatoriamente empleo para desplazarme, desde la ropa que me viste y la manera como utilizo el dinero mismo que me posibilita obtener ciertas comodidades producto también de la invención de hombre, cabe ahora preguntarme por cómo asumir dichos cambios frente a una sociedad frágil y de dudosa identidad. Por ahora sólo puedo esbozar que comprender la dinámica de la transformación sacándole el mayor provecho a la tecnología y utilizándola para el bien común, sería una de manera de aportar al inevitable cambio, porque desde la tecnología y la cultura estoy construyendo mi ser.

Finalmente, cabría terminar compartiendo un interrogante que me ha surgido a propósito de la tecnocultura y la transformación que constituye en la vida del hombre: ¿Si sufriera la humanidad una catástrofe mundial como las que se recrean en muchas películas, cuál de los inventos que existen prevalecerían? ¿Cuál sería necesariamente irremplazable? ¿O cuál de ellos innecesarios?

Lina Arteaga

REFERENCIAS

Bauman, Z. (2002). Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Máscaras, roles y subjetividades femeninas en la tecnocultura

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Mujer… hija, sobrina, hermana, estudiante, tía, maestra, novia, profesional, esposa, madre, suegra, abuela, vecina, usuario de servicios, compañera, amiga, trabajadora, colega… ¿qué papel me falta enmascarar en el escenario de mi vida? ¿Cuál ha sido el papel de la mujer en la incursión de la tecnocultura y su influencia en la perpetuación de la subyugación frente al patriarcado? esbozaré algunas reflexiones partiendo de especificidades como el registro de las escenas familiares “el álbum familiar”, facilidades con la parte médica y escolar -laboral, la profesionalización de la mujer en la informática y situación contextualizada como madre-profesional, el papel femenino en los medios masivos de comunicación, el androcentrismo, el lenguaje no sexista y un breve cierre con la ginopia.

Para la celebración de los 80 años de mi papá, mis hermanos(as) y sobrinos(as) me enviaron desde Caucasia, Cúcuta y otros lugares fotos para hacerle un montaje y ser socializada en el evento familiar, al observarla proyectada desde un video beam en la pared, me mira y me dice: y cómo hicieron eso! cuándo se encontraron ustedes para que le entregaran esas fotos? Independiente del orden y el formato en el que se archiven las imágenes, los videos, los momentos familiares, se capturan y guardan para conservar la historia familiar “El álbum se convierte de esta forma en una lucha contra la muerte y el olvido, es herencia y memoria. Sus imágenes viven para ser escuchadas entre generaciones (Sin , 2015). En el álbum familiar las fotos del matrimonio de papá y mamá fueron en tamaño de seis por cinco centímetros en blanco y negro tomadas con cámaras gigantes, las fotos de mi matrimonio se tomaron a color en álbum personalizado en tamaño de doce por dieciocho y algunas ampliaciones, para observar las fotos había que esperar por lo menos una semana a que el fotógrafo las llevará a revelar a un sitio oscuro y manualmente las pegara en unos sobres de fácil argollado cubiertas de un papel plástico por ambos lados, esto con el fin de que mis fotos estuvieran bien protegidas a pesar de las manipulaciones y que además se observará como un gran cuaderno decorado con montajes de acuerdo a los momentos de la salida de la casa, llegada el templo, la ceremonia religiosa, la salida del templo, el evento familiar y social.

Para la tradicional luna de miel pude llevarme una cámara kodak (la más pequeña del momento 12cm de largo x 6cm de ancho x 3cm de alto, funcionaba con pilas de batería doble AA y operaba con rollos que tenía capacidad para tomar 12, 24, 36 o 48 fotos, las cuales no se podían observar hasta que fueran reveladas en los laboratorios, esta cámara me la había regalado mi novio, hacía 2 años atrás.

Las transformaciones con la tecnología en la cultura van a pasos agigantados hoy la socialización de las relaciones afectivas de mis hijos, sobrinos, estudiantes y familiares se realizan por medio online, con cámaras digitales que de hecho los nativos digitales entre ellos mi nieto de tres años las manejan con la lectura de los iconos: realiza videos, toma fotos, ingresa a juegos virtuales que selecciona él mismo. Las fotos familiares de mis dos primeros hijos se tomaron con la misma cámara kodak, mientras que por las manitos de mi nieto han pasado por lo menos 3 celulares, un computador y una tableta que hay que desecharlas por desactualización.

No puedo dejar pasar por alto el intermedio que sucedió entre mis fotos a color tomadas en los espacios familiares, lugares de trabajo, eventos familiares y paseos… con la entrada de las cámaras filmadoras modelo inicios de los 90 las cuales eran grandes, cargadas en el hombro por el filmador (cuñado, hermano, o el docente de tecnología) para la perpetuación de los momentos placenteros y felices de mis hijos y otros evento sociales , culturales, recreativos… los cuales fueron grabados en tacos inicialmente parar ser observados en veta mach y luego en dvd, los cuales también, por fortuna han cambiado de un tamaño que requerían de un multimueble a un tamaño de bolsillo.

Con respecto a situaciones médicas yo tuve que esperar a que el ginecólogo me identificará una anomalía en el tercer embarazo, para que de paso en el examen se identificará el sexo de mi tercera hija; a la fecha cualquier mujer embarazada solicita de manera particular una ecografía en tercera dimensión para reconocer o prevenir alguna anomalía, yo vi a mi nieto por primera vez a las 18 semanas de gestación. También ha sucedido que yo viviendo en Amagá debía desplazarme a Medellín a solicitar los resultados de cualquier examen, a la fecha pueden ser enviados por un correo electrónico a la Empresa Prestadora de Servicios y al personal, el trámite para solicitar un duplicado de una mamografía que se realizó hace dos años es cuestión de hacer una llamada, realizar una consignación virtual, enviar escaneado el recibo y la cedula de ciudadanía, y esperar a que por correo me regresen el resultado de aquel examen, sin necesidad de desplazarme físicamente hasta los laboratorios en la ciudad de Medellín.

La tecnología y la informática han facilitado la preparación de las clases y su material, se partió de organizar las muestras para los estudiantes con papel calcante o mantequilla, reproducir las fichas o evaluaciones calcadas con la punta del lapicero que ya no tuviera tinta o repujadas con aguja en punta de roma con papel carbón en medio de cada hoja blanca, pasar por el mimeógrafo manual hasta llegar a la fotocopiadora, al escáner, al correo, a las redes sociales online, incluyendo las estrategias de Antioquia digital. Las clases desde cualquier lugar del mundo se encuentran planeadas en las redes académicas promovidas por cada gobernante de acuerdo a políticas del nivel nacional y departamental, materiales que no se les hace un seguimiento exhausto. Existe la facilidad para acceder al aprendizaje desde cualquier lugar, sin fronteras ni horarios, usted aprende en el momento que lo desee, se realizan cursos con universidades de todo el mundo, en mi bachillerato en los años 80 el saber, el libro guía lo tenía el profesor porque los manuales o textos de talleres para los estudiantes no traían la teoría sino los ejercicios a desarrollar. El texto que no ha cambiado sino la presentación ha sido Nacho lee y Coquito. El material de los cuadernos también ha demostrado grandes cambios, en mi infancia todos eran de hojas amarillosas y de marca norma los cuales se forraban con un papel de regalo y después se les ponía a manera de protección un forro transparente de plástico, luego llegaron los forros de múltiples colores, hoy existe todo un abanico de posibilidades desde el empastado, el argollado, imágenes, calidad de hojas, en fin comprar útiles hoy es una diversión con respecto a la elección, también tienen la posibilidad de ser cambiados por otros medios.

Me parece importante adentrarme desde lo femenino a la formación profesional en el área de la informática y las ingenierías “Todas las demás profesiones, en mayor o menor medida, han ido incrementado su porcentaje de graduadas según ha ido pasando las décadas. En cambio la huida de las estudiantes en informática ha sido constante, con un desplome absoluto a partir de la crisis de las .com (Quijano, 2014). Además “según el informe de datos universitarios de España durante los años 2012 y 2013 las ingenierías solo llegaron a un 26.1% sin embargo en la historia se encuentran 8 mujeres que desde 1815 hasta nuestros días han aportado grandes avances en el ámbito de la informática, mi reflexión apunta más a ¿qué dejaron de hacer estas mujeres desde sus roles femeninos tradicionales para la época que lograron estos triunfos? Situación que para mí contexto maestra-madre-psicóloga-estudiante de especialización y maestría se presenta permanentemente, máxime cuando el lugar de residencia y de trabajo son los mismos, cierto día en casi una confesión en conversación con un sacerdote joven nos dice a varias mujeres profesionales de la educación: ustedes son unas madres atípicas… cuándo los hijos las van superar? anteriormente con un sexto grado de bachillerato los padres eran superados en la formación, pero con ustedes, cuándo?; entonces recordé lo respuesta que mis hijos le dan a los comentarios de algunos amigos cuando le mencionan “qué bueno para usted con su mamá que enseña y es psicóloga, y que siempre está estudiando” a lo que ellos responden “normal” y si, para ellos es una situación normal porque fueron concebidos, criados, formados y orientados en medio del ejercicio de la docencia y de la academia, se acostumbraron el uso de un computador en casa desde 1998, cuando en el primer curso de informática que nos dio el Instituto Ferriní solamente a 10 docentes del municipio descubrimos que las imágenes y lo que tratábamos de diseñar se conservaba guardado en el equipo… eran caras de asombró y felicidad encontrar lo que se había realizado la noche anterior, luego de haberlo apagado: las tarjetas, los escritos en letras de diferentes tamaños, utilizando muchas tonalidades y además insertando las imágenes de la web… esto era toda una experiencias maravillosa… estrategia y elemento que empecé a utilizar inmediatamente para llevarle propuestas diferentes a mis estudiantes. He notado que se afanan más mis estudiantes porque yo me encuentre a la vanguardia con el uso de las nuevas tecnologías que mis propios hijos. Recibir y enviar trabajos académicos de manera acrónica o sincrónica, personalmente me facilita la labor docente y la comunicación tanto con estudiantes y algunos acudientes, como con amigos, eventos y familiares.

(Fischer P., 1998) cita a Orlandi cuando dice que: el silencio habla y significa (p.14), mis roles y los de las demás mujeres se ven reflejados en los medios masivos de comunicación: la televisión aún plana y de alta definición, los juegos interactivos inclusive sensoriales, la pantalla grande a la cual acudimos sin reflexionar solo para divertirnos y descansar, los chistes sexistas que circulan online, elementos tecnológicos e informáticos que ofrecen espacios de esparcimiento para los diferentes géneros (políticos, deportivos, religiosos, económicos, sexuales) que llevan a “la compleja erradicación de aquellos sentidos patriarcales que nos moldean, que dibujan nuestro cotidiano y que aún hoy, sin advertirlo,  se acomodan con nosotros en las butacas de un cine. (Chairo, 2015); en situaciones como las anteriores me pregunto cuánta diversión vulgar ofrece mi sexo y género femenino; yo me compadezco de la mujer sufrida, violentada, de los productores que tienen que suspender seriados porque presentan alternativas en las relaciones afectivas eróticas. Yo le socializó a mis estudiantes hombres y mujeres algunos link que tienen que ver con la dignidad humana, los reflexiono y en reuniones con los acudientes trató estas temáticas como estrategia preventiva del abuso y las diferentes violencias; no hablarlo es más perjudicial para toda la sociedad, silencios que dirían más…

Al hacer un recorrido por las construcciones simbólicas culturales encuentro que el androcentrismo[3] versus ginocentrismo[4] lo sostenemos con la expresión verbal y no verbal: es difícil manejar el mismo horario para el hijo y las hijas en la adolescencia, me pregunto ¿por qué es normal que el hijo llegue embriagado en horas de la madrugada y continua siendo feo que lo haga la hija? Las mamás de otras épocas rezaban y oraban hasta que llegaran sus hijos de la calle, hoy en día vemos películas, chateamos con ellos, envían fotos online, es decir están sin estar. He vivenciado la falta de sororidad[5] cuando las vecinas y conocidas susurran ¿qué el marido de su hija le cuida su nieto para que ella salga a divertirse? A lo que les complemento ellos se quedan viendo televisión o utilizando cualquier otro medio informático para entretenerse. Ambos hombres y mujeres tienen al alcance los mismos medios tecnológicos e informáticos sin embargo observó cómo los hombres continúan llevando la delantera frente a su uso e implementación inclusive desde el juego y la diversión.

No solo los cambios en el uso de los colores entre hombres y mujeres, de algunos roles en lo domestico y en el ámbito laboral, sino también el ser mujer en el campo académico y laboral ha llevado a reflexionar algunos términos que denotaban masculino, pero que era necesario incluir a la mujer para como dicen los 41 señores y las 5 señoras de la real academia de la lengua española (RAE) se diera por entendido que ahí estábamos incluidas las mujeres; al realizar el rastreo con la complicada implementación del lenguaje no sexista, aspecto que solo fue posible con los rastreos cibergráficos logre descubrir que “Un dato objetivo que quizás deba tenerse en consideración: desde la fundación de la RAE en 1713, sólo diez mujeres, frente a más de 460 hombres, se han sentado en una de las 46 «sillas» que ocupan sus académicos de número. Actualmente solo 5 mujeres forman parte del grupo de 46 académicos de número. Las citadas sillas son vitalicias, y su reemplazo se hace por cooptación   (wikepedia enciclopedia libre, 2015) mi reflexión la direcciono a pensar que con esa diferencia numérica entre hombres y mujeres al momento de realizar votaciones ¿cuándo vamos a salir de la economía del lenguaje? Con esta democracia lo femenino tendrá que continuarse validando en lo masculino.

Para concluir me parece importante escribir acerca de la ginopia[6] la cual “existe y prevalece, y los individuos y grupos ginopes gobiernan, legislan, y hasta “comunican” e “informan”” (Hernández Alpízar, 2010), cada vez que dejo pasar por alto la reflexión frente a los fenómenos o hechos sociales en las diferentes esferas me siento cómplice y con la enfermedad social de la ginopia… somos bombardeados por todos los medios de la comunicación, la informática y la tecnología… todos estos elementos necesarios o no modifican la cultura en los procesos normalizados, develar las ventajas y desventajas con criticidad estructuran el ser, el hacer y por ende el saber. “Las tecnologías digitales son al mismo tiempo un medio de comunicación y un medio de producción, no solamente herramientas de comunicación” (Sangüesa, 2014) en mis relaciones sociales o situaciones me afecta lo intra e interpersonal, pero todo llega y solo termina como cada quien lo va permitiendo, la tecnología requiere de decisión y limites, continuar el fomento de los valores y el desarrollo por competencias hará que tanto hombres y mujeres del siglo XXI sostengan también unas relaciones más equitativas e igualitarias desde las oportunidades y el aprovechamiento de las mismas, mi invitación es… mujeres manos a la informática, a la tecnología, todas podemos, esto no es solo espacio masculino.

Angela María Ruiz Idárraga[2]

Bibliografía

Chairo, L. (1 de Octubre de 2015). el psicoanlitico.com. Obtenido de Publicación de psicoanalisis, sociedad, subjetividades y arte.: http://www.elpsicoanalitico.com.ar/num21/subjetividad-chairo-cincuenta-sombras-del-patriarca.php#top

Fischer P., A. E. (1 de Julio de 1998). digitum.um. Obtenido de Produciciones de Tecnolcultura de Género, Mujeres y Capitalismo Mundial Integrado: https://digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/44527/1/Produccion%20de%20Tecnocultura%20de%20Genero,%20Mujeres%20y%20Capitalismo%20Mundial%20Integrado.pdf

Hernández Alpízar, J. (29 de Julio de 2010). Zapatendo 2. Recuperado el 3 de octubre de 2015, de Zapateando 2: la ginopia existe y prevalece, y los individuos y grupos ginopes gobiernan, legislan, y hasta “comunican” e “informan”.

Quijano, J. (16 de Octubre de 2014). a las mujeres no les gusta la informatica. Obtenido de http://www.genbetadev.com/trabajar-como-desarrollador/a-las-mujeres-no-les-gusta-la-informatica

Sin , A. (1 de 10 de 2015). tripod. Obtenido de Album familiar: http://historiafotografia.tripod.com/

wikepedia enciclopedia libre. (1 de 10 de 2015). Wikipedia, la enciclopedia libre. Obtenido de Lenguaje no sexista: https://es.wikipedia.org/wiki/Lenguaje_no_sexista

[1] El ensayo se escribe en el marco del seminario “debates del sujeto y la cultura IV –la tecnocultura y las transformaciones del sujeto” departamento de ciencias humanas, Universidad de Medellín.

[2] Egresada y docente de la Escuela Normal Superior Amagá, aspirante al título de maestría en educación en la Universidad de Medellín, especialista en informática y telemática de la Universidad del área Andina, psicólogo social comunitario de la Universidad   Nacional Abierta y a Distancia.

[3] El centro es lo masculino, el hombre, el falo, el fuerte.

[4] El centro es lo femenino, la mujer.

[5] Hermandad y solidaridad entre las mujeres.

[6] Incapacidad para ver los aspectos relacionados con las mujeres como otros asuntos frente a otros hechos sociales.

¿Tecnología al servicio de la humanidad? o ¿Humanidad al servicio de la tecnología?… Un asunto sin resolver

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“La tecnología puede usarse para muchas cosas buenas, pero, al final, somos esclavos de la naturaleza y los elementos”

James Dashner

Al abordar el tema de la tecnocultura desde un punto de vista social, cultural y educativo, entran en juego muchas subjetividades acerca de la apreciación y la postura que tengo frente a la incidencia de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en todos los espacios en los que se desenvuelve el ser humano. Y es que no podría considerar hablar de sociedad, cultura y educación actual, sin tocar de alguna manera el tema de las tecnologías, pues es un elemento que se ha adentrado en la vida cotidiana de los sujetos. En el marco de una sociedad que marcha a pasos agigantados, es indiscutible la influencia de los medios informáticos y tecnológicos que hacen parte del surgimiento de una nueva generación, que prácticamente nace culturizada para hacer uso permanente de dichas herramientas desde muy tempranas edades.

Hecho que me permite considerar que emergen sinnúmero de transformaciones a nivel individual y colectivo, dentro de las dinámicas de una sociedad, que en cierta medida, se ve obligada a resignificar el sujeto y su cultura. De ahí que es importante tener en cuenta que el individuo se transforma a partir del uso de la tecnología y por lo tanto las relaciones y la interacción con el medio que éste establece, cobran un nuevo significado. Estoy hablando de que la tecnología creada por el hombre se pone a su servicio para generar nuevas maneras de interactuar con el otro, de acceder a la información y a la comunicación, de contar con cantidad de posibilidades al alcance de un clic, según Petit (2006), cambios en la sociabilidad, en la subjetividad, en la significación y contenidos importantes de la vida.

En este sentido lo tecnológico y lo humano convergen como elementos, que se complementan, que se influencian, que se transforman mutuamente y que en cierta medida han creado una interdependencia, en tanto la tecnología es una extensión del sujeto actual que a su vez es una extensión de su propia obra. De acuerdo con Ortiz (2004) la tecnología se establece como un apéndice de lo humano y que en muchos casos la relación suele ser todo lo contrario.

Analizar los cambios sociales en este campo, se constituye para mí, como una necesidad, ante la inminente revolución tecnológica que se establece principalmente como herramienta para acceder a la información y la comunicación. Nos encontramos ante una permanente mutación de lo humano cuyo causante principal es la tecnocultura como respuesta a sus necesidades y su sed de conocimiento.

Desde esta perspectiva el nuevo sujeto, la nueva cultura y la nueva sociedad han de ser objeto de estudio permanente de la educación, como instancia fundamental que articula estos tres componentes; y que tiene el deber de interpretarlos, reflexionarlos y producir conocimiento a partir de ellos. Por lo tanto debe estar a la vanguardia de las transformaciones que se presentan. Podría plantearse, desde esta trilogía, una relación dialéctica permanente que se debe abordar en conjunto y no como acontecimientos aislados y en decadencia, como en la mayoría de los casos suele verse. Al respecto se generan expresiones que afirman que“La tecnocultura no significa el naufragio de la cultura, sólo su reestructura­ción y la mudanza relativa de su lenguaje” (Giner, 2008 p. 1)

En este orden de ideas quiero asumir que la tecnología y sobre todo herramientas como el internet y todas sus posibilidades de accesibilidad a la información y a la comunicación, han llegado para quedarse. Dicho acontecimiento me antepone como un inmigrante de lo analógico a la era digital y a las nuevas generaciones, según Espinoza (2008), como nativos de la revolución informática. Ello implica nuevos vínculos sociales, nuevas subjetividades y por lo tanto nuevas formas del conocimiento. Estar sentado frente a un PC y tener acceso global a la información y a la comunicación tiene que ser motivo suficiente para replantear la formación del sujeto a nivel familiar, escolar y social. Y es aquí donde se establece el reto más importante para la educación actual, pues no se trata de satanizar las nuevas tecnologías, se trata de educar al sujeto para que haga buen uso de ellas, para que las ponga a su servicio y no suceda lo que estamos presenciando en actualidad, cantidad de jóvenes llenos de soledad y cuyo remedio y compañía se encuentra detrás de una pantalla de computadora o un celular. La señal wi-fi y los datos para navegar se han convertido en la droga de mayor dependencia de la sociedad actual.

Desde esta perspectiva Ortiz (2004) plantea que el concepto de ciudadano ha de ser objeto de deconstrucción y construcción y por lo tanto debe emerger una nueva reconfiguración de los ámbitos políticos y educativos como elementos que respondan al nuevo concepto de libertad que construye cada sujeto. Ya el control social ha de considerarse ambiguo en un contexto que es multidimensional y que Vicente (2010) ha llamado “Nomadismo tecnológico” como interpretación de las nuevas dinámicas sociales que se generan en la red y que se encuentran al alcance de todos. Los jóvenes en su afán de comprender el mundo, de identificarse, de agruparse, empiezan a transitar por diferentes grupos sociales a nivel virtual y comienzan a tejer sus ideologías, sus gustos, sus ideas, etc. Un asunto que se ha salido de las manos de los padres de familia y de la escuela, pues son espacios que no han buscado comprender, que en muchas ocasiones se mantienen al margen y prefieren ver la herramienta tecnológica como el elemento que causa todos los males de la sociedad actual.

Ante esta situación se puede percibir una postura que delega a los medios de información y comunicación la culpa de todos los males del mundo, en muchas ocasiones padres de familia y escuela se lavan las manos ante la fatal impotencia y el temor de transformarse, de estar dentro del cambio, de reconfigurarse, de visualizar una gran fuente alternativa de información y de investigación, en palabras de Ferreira (2001) de alfabetizarse en la era electrónica como paso al surgimiento de nuevas competencias.

Los nuevos cambios se han convertido en una batalla campal donde se disputan la razón y el conocimiento de la verdad. Ahora los jóvenes cuestionan profundamente los argumentos de sus padres y profesores. Ya estos actores no cuentan con la verdad absoluta, ya no tienen el conocimiento en sus manos y por lo tanto ya no cuentan con la herramienta de poder que les permitía el control. Desde este ámbito establecer un punto de encuentro entre jóvenes, padres de familia y escuela para construir y reconstruir sociedad es una tarea que se hace necesaria y urgente en la actualidad, donde no se trata de ver quien tiene la razón, se trata de dar una nueva mirada a las transformaciones, de comprenderlas y dar paso a nuevas posibilidades que permitan la formación de un sujeto integral desde un nuevo medio, como lo interpretan López-González, H., Guerrero-Solé, F., & García-Jiménez, L. (2015), una tecnociencia, tecnocultura y tecnocracia como elementos que definen la contemporaneidad.

Nos encontramos en un punto donde debemos decidir seguir lamentándonos y buscando culpables de las situaciones que atraviesan los jóvenes de hoy o empoderarnos del asunto para orientar, para transformar, para construir, para comprender, para retroalimentar, para llevar al joven a considerar la posibilidad de poner la tecnología y la información a su servicio y no permitir que suceda todo lo contrario.

Mónica Goez

Bibliografía.

 Cabello, R. (2010). Pliegues en la Tecnocultura. Question, 1(17).

Espinosa, R., & Koremblit, M. (2008). Adolescencia y tecnocultura: Aproximación al estudio de las.

Ferreira, V. (2001). Los medios como componentes pedagógicos en el nuevo panorama tecnocultural. Red digital: Revista de Tecnologías de la Información y Comunicación Educativas, (2), 6.

Giner, S. (2008). Tecnocultura, saber y mudanza social. Recuperado de la web: http://www.quadernsdigitals.net/datos/hemeroteca/r_32/nr_331/a_4208/4208.html el 5 de octubre de 2015.

López-González, H., Guerrero-Solé, F., & García-Jiménez, L. (2015). La representación de la tecnología: tecnocultura, empoderamiento y transformación social. Journal of Spanish Cultural Studies, 1-16.

Ortiz, R. R. (2004). Tecnocultura y nuevas ciudadanías (¿!). Revista Periferia, 4, 84-91.

Ortiz, R. R. (2004). Tecnocultura y sujeto Cyborg: Esbozos de una tecnopolítica educativa. Nómadas, (21), 70-86.

Petit, C. M. (Ed.). (2006). Generación tecnocultural, La. Editorial Brujas.

Vicente, A. F. (2010). Nomadismos contemporáneos: formas tecnoculturales de la globalización (Vol. 16). Editum.

El papel de la escuela en los tiempos de cambio y transformación… Una mirada desde su responsabilidad social

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A través del tiempo los seres humanos hemos venido modificando nuestra forma de vivir, de pensar y de relacionarnos con el mundo, todo ello debido a los avances y nuevos desarrollos que surgen en cuanto a ciencia y tecnología, aspectos que permean y transforman los entornos, las formas de trabajo y de vida en general sobre la tierra.

En este sentido la educación, la escuela y los docentes, también son participes de las transformaciones sociales, no solo desde las nuevas herramientas que traen consigo las tecnologías de la información y la comunicación que han jugado según Adell (1997), un papel fundamental en la configuración de nuestra sociedad y nuestra cultura, sino también desde la formación humana, cada vez más responsable en formar seres conocedores y respetuosos de sus deberes y derechos y participes activos en la nueva sociedad del conocimiento.

Educar en la democracia y la participación política, es también un papel fundamental de la escuela, brindando la oportunidad a los sujetos de ser partícipes activos de la cultura y de la sociedad, estando según Beane (2002) en capacidad de tomar decisiones donde todos nos encontramos implicados, con el fin de ayudar a la transformación de la escuela a partir del gobierno escolar y las acciones emprendidas a partir de estos grupos, desarrollando desde esta perspectiva talentos y virtudes que los favorezcan tanto individual como colectivamente, pensar más en los otros y dejar el individualismo tal vez nos ayude a mejorar los canales de comunicación y a ser más tolerantes con los demás.

Los nuevos tiempos han sufrido grandes transformaciones a causa de las técnicas, las cuales se han apoderado de todas las dimensiones del ser humano (Ortiz, 2004), repensar desde esta perspectiva las formas en que educamos en la escuela, será un reflexión inevitable de todos los actores educativos, la cual nos lleve a educar en las ciencias y desarrollar los currículos institucionales, sin olvidar al sujeto como ser social, que interactúa con otros y se construye desde el compartir y vivir en comunidad.

Desde esta perspectiva, considero que en muchas ocasiones la escuela y los docentes, nos hemos olvidado de aprender y construir juntos desde el compartir, fortaleciendo de esta forma la adquisición de valores necesarios para vivir en sociedad, como es el respeto, la solidaridad y la tolerancia; debido a las múltiples responsabilidades académicas que debe cumplir la escuela, y el sin número de competencias que deben adquirir los estudiantes en las diferentes áreas del saber, que de alguna manera han ocupado la mayor parte del tiempo y se han convertido en una preocupación de los docentes, los estudiantes y padres de familia, aspecto que les permitirá alcanzar mayores resultados y niveles de desempeño de las instituciones en pruebas de estado y por tanto mayor reconocimiento.

Pensar entonces, en el sujeto y su cultura desde el campo educativo, nos lleva a preguntarnos no solo por los métodos y las técnicas que utilizan los docentes para la enseñanza y el aprendizaje de las diferentes áreas del conocimiento, que se enmarcan en las nuevas formas de enseñanza, los cuales emplean los medios audiovisuales y juegan con las habilidades e inteligencias de los sujetos para lograr el aprendizaje, sino también en las formas en que contribuimos a formar seres más pacíficos, tolerantes y respetuosos de las diferencias.

En este sentido no podemos evadir la gran responsabilidad que en un primer lugar el estado nos ha concedido y hoy las familias de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, de educar para la formación  de ciudadanía, la construcción política y economía de país, que además brinde las herramientas necesarias para asumir una profesión, puesto que la sociedad del conocimiento brinda mayor competitividad, en el campo social y laboral; sin olvidar otras responsabilidades morales y éticas que debe fomentar la escuela, porque al parecer aquellas propias del hogar también con el pasar de los años se han venido transfiriendo a la escuela y a los docentes.

Finalmente, podríamos hablar del gran papel que jugamos los docentes en las transformaciones culturales, que nos obliga a estar más informados, actualizados, preparados y conscientes de nuestra responsabilidad social y cultural para con la humanidad; educando en las artes y las ciencias, además en valores y creencias, para vivir mejor, en una sociedad tan competitiva como la nuestra, regida cada vez más por sus avances en las tecnología y la ciencia.

Jenny Jimenez

 

 

Bibliografía

  • Ortiz, R. R. (2004). Tecnocultura y sujeto Cyborg: Esbozos de una tecnopolítica educativa. Nómadas, (21), 70-86.
  • Beane, J. A., & Apple, M. (2002). Escuelas democráticas. Madrid: Morata.
  • Adell, J. (1997). Tendencias en educación en la sociedad de las tecnologías de la información. Revista electrónica de tecnología educativa, (7).
  • Filmus, D. (1994). El papel de la educación frente a los desafíos de las transformaciones científico-tecnológicas. Para qué sirve la escuela. Grupo editorial Norma. Buenos Aires.

Tecnocultura: Avance o retroceso moderno

Al indagar sobre este nuevo concepto llamado “Tecnocultura”, puedo interpretarlo como un término que enmarca la fusión entre las raíces y la herencia de un pasado rutinario pero natural, versus la contemporaneidad de un mundo veloz sumergido en ordenadores, aplicaciones y dispositivos electrónicos, que en nanosegundos trasportan tu vida, tus pensamientos, sentimientos y hasta tu dinero, sin que tenga que haber una realidad tan literal como lo fue en un pasado.

Yehya (2008), define la Tecnocultura como:

“Una notable reflexión sobre la injerencia de la tecnología en las sociedades contemporáneas, sobre sus promesas y amenaza, desde las trivialidades, deseos y vicios potenciados por las nuevas tecnologías electrónicas que ofrecen alternativas antes insospechadas, hasta la forma en que estas tecnologías han modificado nuestra manera de percibir al mundo, el terrorismo, la marginalidad, el sexo, el entretenimiento, el tiempo y el espacio”.

Desde allí, la percepción del sujeto se hace sentir al permitirnos explorar y acceder a un sin número de información y herramientas que nos ofrecen entre comillas “una vida mejor”, siendo cada vez más amplia la brecha entre la realidad natural y la realidad virtual. Mi pregunta es: ¿es bueno esto?, ¿facilita los procesos? ¿te acerca al mundo?, ¿simplifica tu vida? ¿es el desarrollo? o por el contrario ¿es un ente que se agiganta en tu vida para recaer con su dominio y dominar tus deseos, sueños, proyectos, y hasta tu humanidad? Sera entonces que la pregunta es: ¿estamos avanzando, pero retrocediendo?, ¿será esto un retroceso moderno?

Decimos que todo tiempo pasado fue mejor, evocar lo que fue nos llena de alegría y en ocasiones nostalgia, pero la verdad es que no hay dudas de que aquello, quisiéramos, fuera hoy. ¿Por qué?, si la actualidad te da lo que ni tus sueños más locos podían soñar; ¿Por qué?, si lo imposible es un juego de niños para un grupo de científicos que juegan a descubrir más y más para hacernos la vida más llevadera; ¿Por qué?, si todo está más cerca, es más fácil, es más práctico.

Me pregunto porque si hay menos restricción, casi nula, para optar por los caminos que me llevan a descubrir el mundo de posibilidades que nos brinda la tecnología, la ignorancia crece, los educandos y educadores en muchas ocasiones comulgan con la mediocridad, la deserción escolar aumenta, la violencia no mengua, los problemas geopolíticos son más complejos, la economía anda en crisis y se anuncia un apocalipsis que amenaza a toda la humanidad. Tal vez esto sea por falta de naturalidad, esencia, más soplo de vida, falta de lo que en antaño decíamos: Amor para con el mundo, no para con las cosas. Y es el amor para con las cosas lo que ha transformado nuestro entorno, emergiendo de él un sin número de cosas que deslumbran, que incitan a creer que ese es el camino, que te convierten en un autómata, sesgan tu criterio, absorben tu realidad para hacerte vivir su realidad, realidad que validamos por encima del bien o del mal, el todo es no estar atrás; eso nos vende el comercial, esa es la modernidad, como lo esboza Rueda, R.(2004), “la fuerza de la novedad y la necesidad de estar “al día” con el ultimo desarrollo tecnológico, refuerza un cierto sonambulismo tecnológico en el que se usan las tecnologías pero no se sabe para qué”.

Sí, las bondades tecnológicas son innumerables, pero ¿cuál es el precio de ello?, esclavismo quizás, sometimiento indirecto, manipulación generalizada; y me sigue rondando esa pregunta en el aire, ¿aun somos nosotros? o nos debemos por completo a lo que dictamina y dictamine la nueva generación tecnológica en donde el futuro de los alimentos quizás serán sintéticos, en capsulas comprimidas y lo inherente del ser tal vez, será domesticado a través de un ordenador para un fin determinado en el nuevo mundo, como lo referencia, Gutierres D (¿)”, … Mediante los dispositivos disciplinarios, el poder ha logrado controlar la libertad de los sujetos, atemperar sus deseos, domesticar sus cuerpos…”

Concibo que la moral en el fuero interno se interpreta de una manera individual, pero su estudio ético me descubre lo que debo ser y cómo actuar en sociedad. Las relaciones interpersonales son el intercambio de lo que somos siendo humanos, en la estricta actuación ética, y la sexualidad es la consumación de este mismo hecho basado en la responsabilidad y coherencia que nos brinda la suma de estas conciencias. Infortunadamente lejos de esta apreciación se encuentra lo que se experimenta cuando nuestro vivir se sumerge en la vida tecnológica, ya que la interacción con aquel espacio virtual, abiótico, deshumanizado, el cual nos atrevemos a experimentar sin medir sus consecuencias, nos desarraiga de inmediato de lo que somos, prescribiendo de nuestra mente la idea del sentir lo que es sentir, vendiéndonos un decálogo de comportamiento infundado en preceptos amorales que van en detrimento de nuestras conciencias, de lo que desde la llegada a este mundo hemos sido.

La violación de nuestra intimidad no importa y mucho menos aquello que me restringe los comportamientos. lo grandioso de la interacción, se conforma solo con simples clics, lo que nos lleva a la euforia porque creemos que solo con eso vasta. Lo que es real existe poco, y el espacio para conectarse con nuestro universo está lejos de lo que allí encontramos, ¿Dónde está entonces el mundo real?, avanza la humanidad, avanza el ser, avanza lo que somos, por que la raíz de todo radica en el intercambio a través de los sentidos.

En la piel que habito se haya lo que soy, de lo que hago parte en este universo, eso es imposible cambiarlo, pero considero que la pretensión, en este momento histórico de la humanidad, es un imposible entre los imposibles, que es desear que la tecnología sienta amor, que sea como nosotros; y que el amor sienta tecnología para hacer de su mundo algo real, y esta pretensión tan alta ineludiblemente nos puede llevar al fracaso, fracaso que no es más que el camino final de este, como lo he llamado, retroceso moderno.

Darlena Hinestroza

Bibliografía

Yehya, N. (2008). Tecnocultura. El espacio íntimo transformado en tiempos de paz y de guerra. Ensayo E S/N. México. Recuperado de http://www.tusquetseditores.com/titulos/ensayo-tecnocultura-el-espacio-intimo-transformado-en-tiempos-de-paz-y-de-guerra

Rueda Ortiz, R. (sf). Tecnocultura y nuevas ciudadanías. Obtenido de Universidad Central: http://www.geocities.ws/bit_central/documentos/tecnocultura.pdf

Gutiérrez, D. (Marzo de 2002). Figuras del sujeto. Iconos No 13, 32-47. Recuperado de http://revistas.flacsoandes.edu.ec/index.php/iconos/article/view/616

Tecnocultura

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La tecnología permea todos los círculos de nuestra sociedad generando cambios importantes en el comportamiento y la forma de interpretar el mundo actual; estos aparatos tecnológicos no pueden limitarse a una definición instrumentalista (medios para lograr ciertos fines) debido a que implica una amalgama de eventos y sucesos que se entrelazan para formar un ser un humano inmerso en la tecnología como parte de ella (Hernández et. al 2010). El impacto de lo digital es tan necesario en nuestra cultura que nadie escapa, excepto algunas poblaciones aborígenes que conservan sus costumbres ancestrales y no permiten la contaminación para perpetuar el legado (Sanguesa 2014).

Las herramientas tecnológicas cada día generan mayor dependencia al ser humano en la cotidianidad del contexto, esto contribuye a la comercialización y consumo de productos tecnológicos que de acuerdo a los nuevos avances en la ciencia se hacen indispensables en el trabajo, diversión, estudio, investigación, guerra, etc. El hombre se apropia de la tecnología y tomar decisiones mediante el uso de software y bases de datos las cuales recopilan la mayor cantidad de información disponible en el medio modelándolo mediante programación estadística con el fin de encontrar alternativas confiables para formular estrategias y acciones en las diferentes empresas; el tener acceso a la mejor tecnología definitivamente significa una ventaja sobre la competencia, el poder conformar una excelente información y procesarla mediante sistemas operativos eficientes, hace la diferencia en obtener mayores resultados en el sistema capitalista o potenciales perdidas económicas (Sanguesa 2014).

La tecnología hace posible mejorar la calidad y expectativa de vida a sujetos que tienen solvencia económica donde la alimentación con alto contenido proteico, mayor horas de descanso para el deporte y un servicio de salud de calidad, indiscutiblemente dinamiza la cultura debido a cambios generacionales mas lentos evidenciándose un represamiento de jóvenes sin oportunidades de empleo por la falta espacios productivos, por lo anterior la sociedad responde con una baja tasa de natalidad para evitar la sobrepoblación y limitación de los recursos (Rueda, 2002).

La necesidad de comunicarse en sociedad es vital para la construcción de cultura en todas las poblaciones humanas del mundo, esto hace imperiosa la necesidad de generar y optimizar medios tecnológicos en función de diversas formas de expresión. El tener una comunicación efectiva da la posibilidad de construir culturas mas estructuradas y complejas con grandes cambios periódicos tanto internos como externos. El crear nuevos y sofisticados sistemas de información permiten tener ventajas sobre otras sociedades, un ejemplo de esto fue el desarrollar una máquina con la capacidad de descifrar la claves Alemanas en la segunda guerra mundial en el sistema indescifrable par su época llamado enigma.

También se resalta como el internet y las nuevas tecnologías han intervenido en las relaciones afectivas entre parejas homosexuales y heterosexuales pues se ha demostrado que el uso de dispositivos móviles potencializa la unión de pareja, el enviar constantemente mensajes de texto debido a la facilidad ha solucionado conflictos de una manera mas fácil y rápida que sin tener a la mano estos dispositivos. Otro aspecto importante es sentir a su cónyuge todo el tiempo cerca a pesar de la distancia entre ambos, pero no todo son aspectos positivos, el permanecer mucho tiempo en la red puede ocasionar descuidos afectivos que producen rupturas en la relaciones intimas al sentir en su pareja la falta de diálogo; la no presencia física puede provocar el decir cosas que generalmente no diríamos cara a cara ocasionando problemas de comunicación entre las parejas y debemos tener presente que los mensajes de texto nunca reemplazarán la intimidad física. Cuando la relación de pareja esta muy consolidada esto suele reflejarse en las redes sociales mediante el intercambio de contraseñas y perfiles donde ambos comparten momentos placenteros (Ramírez 2014).

Para   Ramírez, (2014) En el campo familiar se observa cómo la separación física que se produce con la partida de un miembro del hogar, se movilizan diversos tipos de recursos dentro de éste, que buscan recomponer los vínculos y dinámicas preexistentes, a través de una constante y efectiva comunicación, existiendo una valoración positiva sobre los desarrollos tecnológicos que han presentado las comunicaciones, y ven en estos cambios una mayor posibilidad de comunicarse, al poder estar informados acerca del vivir de cada uno. permitiendo encontrar una forma de acercarse a las personas queridas que se encuentran geográficamente distantes.

Por otra parte, internet posibilita nuevos espacios que el teléfono no tiene, ya que por este medio se pueden compartir situaciones más cotidianas y de menor urgencia, a la vez que el reconocimiento audiovisual le da a la comunicación una mayor percepción de cercanía, siendo estas características algunos de los aspectos más importantes para los hogares transnacionales. (Ramírez 2014)

la tecnología utilizada de un modo racionalizado, puede aumentar nuestra productividad en lo intelectual, social, laboral, afectivo, relación de pareja y recreativo es por esto que debemos aceptarla y reconocerla como necesaria par nuestra actual cultura pero con cuidado en su uso para no ser controlados por estos medios, de ahí la importancia de ser un sujeto autónomo, con tecnologías que ayuden a las tareas y actividades diarias, pero de una manera controlada.

Pedro Alvarado

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

Hernández Chirino, Mario Enrique, Arciga Zavala, Blanca Estela, & García Martínez, Verónica. (2010). Tecnologías culturales, entornos comunicacionales y la reconfiguración del sujeto. Sinéctica, (34), 1-16. Recuperado en 01 de octubre de 2015, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-109X2010000100004&lng=es&tlng=es.

Sanguesa, Ramón (2014). La tecnocultura y su democratización: ruido, límites y oportunidades de los LabsTechnoculture and democratization: noise, limits and opportunities concerning Labs. Rev. iberoam. cienc. tecnol. soc. [online]., vol.8, n.23 [citado  2015-10-01], pp. 259-282 . Disponible en: <http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1850-00132014000200015&lng=es&nrm=iso&gt;. ISSN 1850-0013.

Ramírez Martínez, Juan Pablo. (2014). Uso de tecnologías de la información y la comunicación en familias caleñas con migrantes en España. Revista de Estudios Sociales, (48), 110-123. Recuperado en 05 de octubre de 2015, de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-885X2014000100009&lng=es&tlng=es. .

Rueda, Ortiz Rocío (2002). “Nuevas tecnologías de la información. Del fuego prometeico a la tecnodemocracia”. En: Revista Educación y Pedagogía, Medellín, Universidad de Antioquia, Facultad de Educación. Vol. XIV, No. 33, (mayo-agosto), pp. 51-64.

La tecnocultura en la educación: un paradigma que rompe las formas tradicionales de enseñanza

Las nuevas tecnologías no sólo trastruecan el estado del saber, ellas trastornan al sujeto del saber.

Serres (2012).

 

Existimos en una época donde los estudiantes tienen la atención centrada en la tecnología, especialmente en las redes sociales, hasta hace poco tiempo solo conocían de cuadernos y pizarrón, hoy grandes flujos de información pasan a través de sus ojos y sus oídos debido a los cambios tecnológicos en la comunicación, a los cuales la educación no puede ser ajena, es más, están inmersos en ella, han permeado los sistemas educativos, la sociedad y la cultura. Indudablemente, estos momentos están anclados a un pasado que vertiginosamente se ha sabido movilizar, desde el surgimiento del mismo hombre, pasando por las diferentes épocas de la historia y las diferentes civilizaciones, por el teocentrismo, el renacimiento, la ilustración y el humanismo, hasta llegar a la época contemporánea con la revolución industrial, la globalización y la revolución tecnológica, la cual estableció un nuevo orden en la educación.

La cultura y la educación han de instaurarse bajo un nuevo paradigma, que rompe con el modelo tradicional y las nuevas corrientes que han emergido, para incorporar las tecnologías como una nueva tendencia en la relación estudiante – maestro y cuya meta de aprendizaje trascienda en la aldea global, por lo tanto el maestro deberá afrontar los cambios y desafíos que esto le imponga, se verá abocado a la resignificación del proceso de enseñanza – aprendizaje y los elementos que subyacen a la tecno cultura y al enculturamiento, producto de las variaciones indeliberadas a los que se ha visto enfrentada la sociedad actual.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación “TIC” han puesto en marcha cambios fundamentales (tanto teóricos como prácticos) dentro de la educación a nivel global, el impacto alcanzado en las generaciones actuales ha sido de tal magnitud que los estudiantes permanecen mucho tiempo conectados a la red, según Cassany (2000) se ha pasado de lo analógico a lo digital, por lo general el estudiante pone en uso aquello que le resulta más cómodo para él, un ejemplo particular que plantea el autor referente a los tipos de textos comunicativos como la carta, el libro, la invitación, los cuales fueron reemplazados por otras formas de comunicación menos formales y permitiendo el acceso al conocimiento a través de elementos como el chat, al email y la web.

Por lo tanto, el reto de la educación será incorporarlos a los procesos de formación, un docente artífice de mediaciones pedagógicas, las cuales tienen como objetivo, facilitar la intercomunicación con el estudiante para favorecer, a través del razonamiento, un acercamiento comprensivo de ideas y conocimientos, en la sociedad actual, es precisamente ésta la principal herramienta del nuevo milenio, si bien las estrategias cognitivas y la utilización de recursos apropiados desempeñan un papel fundamental, las ventajas que ofrecen los medios informáticos deben ser empleadas con esta finalidad. Esto implica que los procesos educativos deben estar centrados en las necesidades y particularidades de los educandos, que  desarrollen estrategias didácticas enriquecidas con el uso crítico de las TIC, e implementen ambientes de aprendizaje significativos, en este sentido los medios tecnológicos articulados con el currículo son una herramienta que aumenta las posibilidades de aprendizaje, lo que permitirá al educando desarrollar habilidades de pensamiento de nivel superior y por ende al desarrollo de competencias de la sociedad del conocimiento.

Los ambientes de aprendizaje basados en las TIC, constituyen herramientas muy útiles para el docente puesto que le permiten propiciar la actividad de enseñanza -aprendizaje de una manera más interactiva y didáctica, entre un variado abanico de posibilidades los docentes pueden escoger aquel ambiente que consideren más pertinente y beneficioso para satisfacer las necesidades que presenten sus estudiantes. Desde este pensamiento se evidencia claramente que el docente se convierte en un facilitador de aprendizajes significativos, ya que el estudiante debe adquirir los aprendizajes y conocimientos de forma autónoma por medio de las competencias y valores que esta herramienta ayuda a desarrollar.

Esta nueva metodología le permite al estudiante crear conciencia de que existen nuevas formas de aprender, y la posibilidad al maestro de innovar en los procesos de enseñanza- aprendizaje, lograr el desarrollo integral de los estudiantes y transversalizar las áreas, son algunas de las tareas que tienen los docentes modernos para que los procesos de formación permitan inscribir en la sociedad a un ser humano competente para enfrentar los nuevos retos de la globalización y la construcción de un hombre y una mujer con capacidades para la convivencia, la participación, la tolerancia, la solidaridad, la democracia y la paz, un ser humano que entienda y lea su contexto y no tenga pretexto para enfrentar los retos de la vida en la sociedad actual.

En este orden de ideas, la escuela es fundamental en la transformación de los sujetos y de la forma de adquisición del conocimiento, allí creativamente existe la posibilidad de construir y deconstruir el saber, es el lugar donde se puede acceder a una nueva cultura donde la tecnología, la humanización, los valores y principios le dan el acceso hacia la sociedad del conocimiento y a la formación para ser diferentes y libres.

En contra posición a los planteamientos expuestos, sería importante analizar la utilidad que los estudiantes le dan a las nuevas tecnologías de informática y comunicación, para ello resulta importante plantearse preguntas como ¿qué escriben y que leen los jóvenes en la red? ¿Cómo asumen las tareas que deben consultar en la red? ¿Por qué los monosílabos y el desdibujamiento del código escrito? ¿Por qué la marcada tendencia a comprimir los códigos escritos a su mínima expresión, convirtiéndose en un lenguaje culturalmente aceptado entre los jóvenes?, por consiguiente, el cambio paradigmático planteado debe reflexionar sobre los diferentes elementos que constituyen la base de los procesos de la relación enseñanza- aprendizaje, esto es la relación entre el docente y el estudiante, los procesos cognitivos que se están desarrollando, las metodologías y herramientas que los docentes han de implementar en su quehacer pedagógico para concatenar el sujeto tecno cultural de la nueva era a las actuales realidades sociales.

Es posible hablar entonces, de un cambio sociocultural y otras lógicas del pensamiento que se están movilizando y que probablemente pueden fomentar el distanciamiento entre la escuela y los estudiantes, en este orden de ideas, el reto del maestro consistirá en volver a capturar la atención del estudiante y articular a su práctica pedagógica los nuevos elementos que hacen parte de la actual cultura juvenil, lo que lo acerca a obtener logros de una manera más fácil y rápida, algunos autores han planteado las bondades que la tecnología puede lograr en el ámbito educativo, según Ortiz (2004), no es posible controlar el internet, pero si educarlos en procesos de autonomía y pensamiento crítico frente a la información a la que tiene acceso.

Incluso, un estudio realizados por Acosta (2013) permiten ver el fenómeno de la participación en política de los jóvenes en Facebook, como un ejercicio que instala nuevas ciudadanías, una construcción de sentido frente a las causas por las que pueden luchar, un sujeto activo frente a problemáticas sociales que antes eran pensadas y habladas por los adultos, en términos de la autora “Nuevas subjetividades que están haciendo presencia en las redes”.

 Una grave problemática que se está generando con el auge de la tecnología, lo podemos describir como el fenómeno de lo impersonal o el síndrome de la soledad, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que en principio pretendían expandir los horizontes de la información, lo que están logrando es transformar a un ser humano que por excelencia es un ser social, lo han convertido en un ser solitario, ensimismado en su propio sujeto, ausente de la interacción física y carente de afecto.

Las nuevas tendencias de una sociedad que dice llamarse moderna, ha lanzado al ser humano de una forma inconsulta a un abismo de posibilidades, en las cuales quiéralo o no tiene que sumergirse si quiere sobrevivir, porque ya las actividades más frecuentes de la vida como el uso de los celulares, cajeros electrónicos, trámites ante las diferentes entidades, las identificaciones biométricas, la utilización de sencillos equipos médicos, entre otras, ya requieren la mínima alfabetización informática para la realización de esos procesos básicos, en los cuales se encuentra inmerso el hombre de hoy y para eso y para los nuevos retos se debe educar al hombre, en eso consiste el nuevo paradigma de la educación.

A manera de conclusión, se plantea que los cambios que la educación ha vivido a través de la historia de la humanidad, producto de los procesos económicos, políticos, sociales y culturales, en especial del desarrollo tecnológico han precipitado que en las últimas décadas surjan nuevas formas de lenguaje, de interacción, de transformación de contextos, actores y discursos en la escena educativa, permitiendo repensar la relación sujeto- cultura- conocimiento.

Adriana Córdoba

REFERENTE

Cassany, Daniel. (2000). De lo analógico a lo digital: el futuro de la enseñanza de la composición. En: Revista Latinoamericana de Lectura No.21.

(2)Acosta, Gladys Lucia. Modalidades de participación en Facebook. En: Revista Versión. http://148.206.107.15/biblioteca_digital/estadistica.php?id_host=12&tipo=ARTICULO&id=9034&archivo=7-621-9034lqu.pdf&titulo=Modalidades%20de%20participaci%C3%B3n%20pol%C3%ADtica%20en%20Facebook

Ortiz, O.(2004) Lectura y escritura en la era digital. Desafíos que la introducción de las TIC impone a la tarea de estimular el desarrollo del lenguaje en niños y jóvenes. En: Rev. EDUTEC No. 17. Disponible en: http://edutec.rediris.es/Revelec2/Revelec17/ortiz_16a.htm

Serres, Michel (2012) Pulgarcita. (Fragmento) Traducción de Luis Alfonso Palau, Medellín, 2013.

Postura: el docente de ayer y el docente de hoy: un relevo generacional

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EL DOCENTE DE AYER

El ser humano a través de toda la historia y como conglomerado social por naturaleza propia, siempre ha caracterizado por un proceso de transformación y cambio de acuerdo con las circunstancias y exigencias en que vive, impregnado y tocado por la cultura de su momento y por la tecnología que lo ha llevado cada día a buscar alternativas que satisfagan sus necesidades y mejoren su calidad de vida. Ese hombre ha tenido un proceso evolutivo de complicaciones y exigencias que él mismo ha determinado, pero que a la vez cambia su pensamiento y modo de vivir, dándole una identidad,   según el sujeto y la generación. Así las cosas el docente cumple un papel preponderante como agente de cambio, pero eso se da cuando existe una dedicación y entrega para ejercer el papel que realmente le compete. Sin embargo, hoy nuestra sociedad se encuentra en una época de transición, acorde con el avance tecnológico de un mundo globalizado cada día mas exigente, pero el docente que viene laborando desde hace más de veinte años y muchos jubilados, ya no tienen la intención de cambio o adaptación, no quieren salir de su zona de confort, ya que se les dificulta estar a la vanguardia del cambio que estamos viviendo, no en vano “el estructuralismo francés declaro al sujeto irremisiblemente “muerto” el sujeto parece haber revivido como tema de reflexión sociológica en nuestros días”. Por lo anterior se genera la necesidad de “revivir” este docente que se encuentra inmerso en una profunda crisis ya que la tecnocultura de moda hoy día, no está entres sus planes y la resistencia al cambio lo mantiene encasillado en la cuadricula de la tradicionalidad. En este orden de ideas, el creciente desarrollo tecnológico está exigiéndole y apelando a esa tradicionalidad un cambio de paradigma, un repensar del saber con nuevas reglas y estrategias, aprendiendo a aprehender, para que se desnude y se quite esa caparazón de encima y deje ingresar a su interior todo ese bombardeo de conocimiento, donde se articule lo clásico con lo moderno, ya que con las nuevas generaciones de nativos digitales que asisten a nuestras instituciones educativas, ya no les parecen atractivas esas clases magistrales donde el docente es el que tiene el poder del conocimiento y el que enseña y el estudiante “que no sabe” es el receptor que aprende y repite memorísticamente sin la mas mínima posibilidad de interactuar como si llegara en blanco. Pero las exigencias contemporáneas de un mundo globalizado, donde el conocimiento pulula invadiéndonos en todas partes y de diferentes formas, casi se puede decir que hay un proceso de aprendizaje mutuo y tal vez el joven llega mejor preparado al aula que el docente. Por lo anteriormente expuesto, se infiere que el joven de hoy va a la escuela en busca de un conocimiento práctico, basado y desarrollado en lo tecnológico, lo que haría parte de su enamoramiento por el conocimiento, exigiendo un cambio de discurso, de prácticas pedagógicas y donde el conocimiento sea de utilidad y aplicable en su vida cotidiana, es de pensar cuando un estudiante interroga a su docente con preguntas como: profesor …… ¿ y eso para que me sirve en la vida?; ¿ por qué no trabajamos en la sala de sistema?, Usted…… ¿por qué copia tanto?, hagamos una clase práctica y dinámica, QUE NO SEA LO MISMO DE SIEMPRE. Entonces, ¿qué camino le queda ese educador?

EL DOCENTE DE HOY.

El sujeto es una construcción social de características no acabadas, que está en proceso constante de transformación y cambio según las exigencias de la época en que viva. Por eso, hoy día   nos encontramos en una época de transición, el ser humano de hoy ya no es el mismo, ha estado evolucionando y acorde con lo vivido, no sabremos hasta donde llegar. Pero lo que sí es claro, es que las nuevas generaciones de docentes que están egresando con los insumos de satisfacción a las nuevas generaciones, también requieren cualificación continua, para no anclarse y quedarse estático mientras el conocimiento sigue pasando y pasando y él se va quedando. Desde este punto de vista, los docentes como sujetos determinados por los otros, son grandes actores en la sociedad, protagonistas de procesos sociales y Políticos, en los que recae la gran responsabilidad de “orientar y compartir conocimiento”. Así las cosas, cabe decir que el sujeto docente no ha muerto, sino que se ha reencarnado, ha cambiado de cuerpo, es decir, de habitad, para cumplir la misión que la sociedad a través de la historia le ha encomendado, pero que hoy día, ya no es el único que ejerce esta labor, pues es responsabilidad de todos y los medios masivos de comunicación y difusión están ejerciendo un alto porcentaje en este proceso. Y como lo expreso Touraine (1993), “ser sujeto es primeramente hacer de mi vida un proyecto de vida, de tal forma que mi proyecto gobierna mi vida, no la serie contingente de hechos, el asunto es tomar la vida personal en manos y tener la capacidad de producir, no simplemente consumir la existencia. Desde este precepto entonces, no quiero decir que el docente de ayer no está o no ha hecho las cosas bien o que las nuevas generaciones sean mejores que los anteriores, por el contrario, en su momento cada uno ha cumplido con su papel protagónico en la construcción del proyecto de vida de las sociedades de su momento y no simplemente como lo decía Touraine a “consumir existencia sin producir”, lo que se expresa es una invitación a que como docentes agentes “señalados directos por la sociedad de la educación”, formadores de nuevas ciudadanías, caminemos al ritmo de la tecnología y del cambio, para que no haya un divorcio entre la sociedad, la escuela y lo que los jóvenes de hoy comparten ampliamente a través de los medios masivos tecnológicos que ha implementado una nueva cultura producto de la diseminación del conocimiento, caracterizada y desarrollada en el ciberespacio, donde de manera real y virtual se interactúa con el otro o los otros en busca de algo que puede ser el conocimiento. Por lo anterior, valdría hacer la pregunta ¿qué papel cumple hoy día el docente?, si el docente de ayer no se actualiza, ¿Cuál será su fin?, será entonces que el tercer entorno es la salvación de todos aquellos que nos encontramos en esta situación y queremos sobrevivir, pero realmente aportando a nuestra sociedad, porque no podemos vivir en una “sociedad del conocimiento” y de la pluralidad de saberes que a nosotros nos debe influenciar para convertirnos en los docentes de la “sociedad del desconocimiento” cuando estamos viviendo las transformaciones del saber y del hacer en la sociedad contemporánea, del no reconocimiento y de la pluralidad de saberes que a nosotros nos debe influenciar, o será, como dice Martin Barbero en las transformaciones del saber, que hay una crisis de identidad del conocimiento en una sociedad de la información, que es a la vez sociedad de mercado, pues es de él de donde proviene la dinámica de fondo a la que responde el valor y el modo actual de producción y circulación del conocimiento, por consiguiente se puede afirmar que hay un conocimiento diseminado, pero no ha llegado a ese sujeto docente y más aun frente a un estudiantado inmerso y rodeado de esos otros saberes que circulan por la sociedad, entonces, la profesión también está en crisis. En estas condiciones, el docente se refugia en expresiones como: usted que va a saber más que yo si llevo treinta años de experiencia; ¿quién es el profesor usted o yo?, el docente se vuelve resentido y a veces agresivo contra quien le hace o sugiere comentarios de apertura mental defendiendo sus posiciones sin escuchar al otro sujeto dinámico y no entiende que esta nueva realidad escolar exige asumir, con responsabilidad, el quehacer pedagógico, desde los cambios y lo relativo a la producción de formas de subjetividad que interactúa en las actuales condiciones de existencia del sujeto nativo digital. Sujeto que emerge en medio de la diversidad de artefactos tecnológicos creadores de nuevas aproximaciones, no solo en las modalidades de comunicación, sino también, en el reconocimiento de los sentidos y las sensaciones, que interpelan el cómo entender desde los espacios escolares para dar otra mirada a las prácticas pedagógicas que se incorporan a las nuevas tecnologías.

Roberto Torres

BIBLIOGRAFÍA

Gutiérrez, D. (2013). Figuras del sujeto. Íconos-Revista de Ciencias Sociales, (13), 32-47.

Martín-Barbero, J. (2002). Transformaciones del saber y del hacer en la sociedad contemporánea. Revista Electrónica Sinéctica, (21), 59-66.

Ortiz, R. R. (2004). Tecnocultura y nuevas ciudadanías (¿!). Revista Periferia,4, 84-91.

Villalobos, L. B. (2013). Al Dr. Jacinto Convit, en su centenario. Saber25(3), 245-246.

El sujeto de hoy a partir de la tecnocultura

Reconozco la tecnología como la utilización de una serie de conocimientos y habilidades que me permiten obtener la solución de un determinado problema hasta satisfacer una insuficiencia en un ambiente definido. De este modo, se encuentra presente en todas las circunstancias de mi vida diaria. Por ejemplo, cuando realizo actividades durante el día en la casa y en el trabajo uso por necesidad u ocio algún medio tecnológico. Ésta ha evolucionado a pasos agigantados a través del tiempo hasta tal punto de ser denominada tecnocultura, es decir, donde está inmerso lo digital dentro de nuestra cultura.

A través de estas transformaciones tecnológicas, transmitimos iconografías de pensamiento que conciben las multiplicidades de la Internet, originamos y transferimos representaciones nuevas de los elementos biopolíticos (vida y política) de normalización y de dominación.

Por consiguiente, el crecimiento y complicación de las tecnologías de la comunicación como la Internet, el chats, el whatsapp, emails, blogs, facebook, twitter, sms, entre otros, promueven la posibilidad de nuevos tipos de discursos que afectan el funcionamiento actual de las zonas de pensamiento independientes, ya que mi yo como sujeto comienza a existir en lo que escribo. La escritura tiene otro valor hoy, como el establecimiento de nuestra realidad, la escritura cimenta nuestro presente rápidamente, por ejemplo: al escribir todo lo que hacemos en un mensaje electrónico como “Estoy haciendo la comida”, “Ya voy a llegar a casa” para compartirlo con otro u otra persona, ahí nos estamos reconociendo como sujetos, donde estas escrituras siempre están presentes en el cuerpo que se omite). Solo hasta ahora se ha empezado a aceptar este nuevo cambio en la escritura que se construye a partir de nuestra vida, y así evidenciamos modos espontáneos de elaboración del yo a partir de las redes sociales de Internet como ya había mencionado facebook, twitter, blogs…, que producen nuevas políticas de la vida y la identidad, así como colocar de nuevo la subjetividad en relación con todo lo evidente (Palmeiro, 2010). Este ha sido un tema en el cual casi toda la vida hemos sido excluidos, cuando la realidad demuestra que es el mismo hombre quien escribe lo que piensa bajo una subjetividad inexistente por tiempos atrás. Por ello me suscitan preguntas como ¿Qué clase de sujetos somos hoy en medio de la tecnología? ¿Qué clase de sujetos debemos formar hoy en las aulas frente a la cultura tecnología? Para responder a la primera pregunta, los sujetos de hoy somos según Palmeiro (2010) escritores de nuestra propia vida que se expone, en ciertas circunstancias, en nuestras páginas web privadas. Este sujeto, para Gutiérrez (2013) viene de la sociología, donde determina que emergió del conflicto producto del movimiento social. Así mismo considero que es interiormente social porque los mecanismos de su naturaleza vienen de los demás, del sistema representativo, a partir de la expresión, el inconsciente y la cultura. Es el resultado de las prácticas de control que transfiguran el hombre en sujetos. A través de estos artificios, el dominio ha logrado vigilar la libertad de los sujetos y calmar sus pretensiones.

En consideración con la última pregunta, puedo decir que la conmoción de lo digital esta presente en todas partes como algo nuevo de lo que nadie puede escapar (Sangüesa 2014). Por ello preciso que los sujetos que debemos formar hoy en las aulas frente a la tecnocultura, son sujetos capaces de afrontar situaciones didácticas de aprendizaje tecnológico donde no se dejen llevar por la impulsividad ni por las ultimas marcas, o porque un producto esté de moda; donde impere la necesidad de expresarse escrituralmente desde su propio yo y no desde un yo que no existe, donde se piense que es importante proteger el medio ambiente, donde se le dé el uso adecuado a la tecnología y no solo para el ocio, donde se construya conocimiento desde lo digital y no se le trate a este como el caos que afecta la humanidad ya que somos nosotros como sujetos quienes llegamos a aciertos o desaciertos con estos nuevos modos de la internet desde las redes sociales.

Me parece importante como Fischer & Amalia (2015) exponen este transcurso de globalización, no delibera más el tema de autoridad y control, pero sí de asuntos gerenciales y de mercadeo, donde el sujeto ya no es tratado como obrero y capitalista, sino más bien como trabajador de servicios y de conocimiento que accede a redes de comunicación. En este caso los empleados, se sienten y se consideran parte de la empresa, con posibilidades de invertir en algo y tomar mercancías que brinda la tecnocultura.

En conclusión, la tecnología siempre va a ser parte de nuestra cultura, es algo que no podemos separarlo de nuestras vidas, concierne a nosotros como sujetos saberla encaminar desde las aulas para que el estudiante desde su propia subjetivad tome el control de los dispositivos tecnológicos digitales y no que los dispositivos tecnológicos nos controles a nosotros.

La utilización de estos artefactos, máquinas, métodos, procedimientos, redes sociales,… ya son parte de nuestras vidas. Esto no significa que las tecnologías de la comunicación hoy en día son un suceso intrínseco al cuerpo y a lo real desde lo virtual. Considerado como circunstancia de lo que no es consciente un individuo, sino que corresponde a nuestra historia de la escritura, esa historia que por tiempos atras excluyó al sujeto y que ahora es nuevamente aceptado dentro de este medio ya que diariamente es la manera de comunicarse y de escribir en el medio tecnológico a través de las redes.

 Yessy Alejandra Agudelo Zapata

Bibliografía

Fischer, P., & Amalia, E. (2015). Producción de tecnocultura de género, mujeres y capitalismo mundial integrado.

Gutiérrez, D. (2013). Figuras del sujeto. Íconos-Revista de Ciencias Sociales, (13), 32-47.

Palmeiro, C. (2010). Escrituras contemporáneas: tecnología y subjetividad. Viso: Cadernos de estética aplicada8.

Sanguesa, R. (2014). La tecnocultura y su democratización: ruido, límites y oportunidades de los Labs. Revista iberoamericana de ciencia tecnología y sociedad8(23), 259-282.

Ortiz, R. R. (2004). Tecnocultura y nuevas ciudadanías (¿!). Revista Periferia, 4, 84-91.

Ortiz, R. R. (2004). Tecnocultura y sujeto Cyborg: Esbozos de una tecnopolítica educativa. Nómadas, (21), 70-86.