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Para hablar de literatura en la posmodernidad, se hace necesario remitir a situaciones que indudablemente influyen en la contextualización de la misma.

En primer lugar, es importante resaltar que a través de la historia la literatura ha tenido validez y ha recobrado importancia gracias al sin número de autores que en sus distintas épocas se han valido literalmente de esta para dejar un gran legado escrito a sus descendientes. Legado que ha permitido conocer la historia, costumbres, tradiciones, pensamientos y sentimientos propios de humanos, que como bien se sabe son transitorios, cambiantes, es decir, que están en constante evolución.Así como ha sido importante en la construcción de la historia y todo lo demás, también ha recobrado gran importancia para la solidificación de relaciones armónicas, relaciones que traspasan el rompimiento de lazos que se han establecido para la eternidad, relaciones que han sido creadas desde la divinidad y voluntad de un Ser Supremo: Dios.

En segundo lugar, cabe referir y caracterizar tanto la época de la posmodernidad como a quienes hacen parte de ella. El posmodernismo argumenta que el lenguaje moldea nuestro pensamiento y que no puede haber ningún pensamiento sin lenguaje, es decir es una clara manera de expresarnos; es la época del desencanto, se renuncia a las utopías y a la idea de progreso en conjunto, se apuesta a la carrera por el progreso individual. Se pierde la intimidad y la vida de los demás se convierte en un show, especialmente en el contexto de las redes sociales, las personas solo quieren vivir el presente, el futuro y el pasado pierden importancia; hay una búsqueda continua de lo inmediato, se rinde culto al cuerpo y a la liberación personal, desaparecen las grandes figuras carismáticas y surgen cualquier infinidad de pequeños ídolos que duran hasta que surge algo más novedoso y atractivo; deja de importar el contenido del mensaje, para revalorizar la forma en que es transmitido y el grado de convicción que pueda producir. El receptor se aleja de la información recibida quitándole realidad y pertinencia, convirtiéndola en mero entretenimiento. Una sociedad tecnológica, invasión irresistible de la mecanización en todas las formas de la actividad, que afecta no solo al medio ambiente sino también a la misma persona humana, en todas sus dimensiones y relaciones.

Las personas que son posmodernas según Gianni Vattimo:”La llamada sociedad posmoderna, es la sociedad de la comunicación. En el nacimiento de una sociedad posmoderna desempeñan papel determinante los medios de comunicación; esos medios caracterizan a una sociedad más transparente, más consciente de si, más ilustrada, incluso caótica”. Como bien lo refiere el autor, el hombre posmoderno se caracteriza por la libertad que ejerce sobre sí mismo, por su concepción y disfrute de la realidad. Es un hombre consumista, que se adecua a un sistema,

Ahora bien, acercándonos a la realidad de la época, es posible concluir, de que a pesar de que estas cambien y que las intenciones comunicativas sean relativizadas de acuerdo al contexto, hemos de considerar la literatura como una de las grandes capacidades del hombre para hacer uso del lenguaje, disciplina que se aboca al uso estético de la palabra escrita; lo que nos sigue mostrando la racionalidad, autenticidad y diferencia de las demás especies de la Tierra. Es una disciplina que pasa de generación en generación sin importar cuan cambiantes sean los tiempos.

Finalmente rescato el pensamiento del gran literato Oscar Wilde, que aunque no es un autor de nuestra época, ha dejado un gran legado para nosotros, quienes apenas empezamos a sumergirnos en la fantasía de la literatura. “No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que escribir y decirlo”.

Lady Joana Paniagua Ramírez

Maestría en Educación: Didáctica de la lectura y la escritura.

Universidad de Medellín

Cohorte XIV