Al hablar de cultura y como ha ido permeando la tecnología a cada uno de los seres humanos, con sus innumerables avances que han facilitado la vida en sus diferentes matices, me llega a la mente vagos recuerdos de cómo fue ese primer acercamiento a el computador, esta mente arcaica que divaga bajo las costumbres antiguas de la pluma y el papiro , aun no ha podido encontrar sosiego en la era imponente y de majestuosidad tecnológica que ha hecho que con muchos tropiezos, me baya adentrando poco a poco en el circuito de carrera que es el conocimiento.
Aquella luz llamativa rojiza que se iluminaba como los ojos del diablo, antesala el despertar de un sin número de códigos, letras y números que no dejaban que mi pupila descansara por la absorción de información. Es aquí donde el cuerpo comienza a modificar su postura, para direccionar con un maus el conocimiento que susurra a mi oído da clic y adéntrate en mi mundo , tornándose tortuoso por que solo por este medio es que podía realizar mis tareas asignadas por los docentes y así poder alcanzar mi licenciatura.
Empieza la calamidad del destino a confundir las metas e ilusiones de esta pobre mente , que ante aquel dinosaurio amarillo ,curtido de lo viejo , que desprende de su pantalla luz blanca con letras negras y aquella flechita bailarina que se perdía constantemente , me hacía perder del texto haciendo que nuevamente volviera a leer; como si fuera poco San Pedro se ríe de mi, abriendo el cielo con un fuerte aguacero y haciendo que la luz se vaya , perdiendo lo poco que hasta el momento chuzografiando había construido. Que la flecha, que la tilde, que el borrador, la mayúscula y un sinnúmero de comandos y órdenes que con tosquedad manejaba, para que llegue el apagón y acabe con todo.
Bueno pero no todo son espinas, llega un angelito tecnológico que con paciencia y destreza en el tema me enseño a ir teniendo agilidad. Esta mente arcaica ahora ya está en sintonía con la era, navega sin barco, vuela sin alas, recorre países sin carro, escucha melodías sin radio, sueña y construye sin plata; mi mayor riqueza es todo aquello que he aprendido y conocido en el mundo de lo digital.
Pero aun sigo leyendo y escribiendo en físico porque es un arte que siempre estará vigente, el convertir una hoja en blanco en una bitácora en sinfonía con las líneas, los puntos y todo lo que en ella se puede plasmar.
Cada día de mi vida lucho por aprender pero no desaprender de mi cultura y de todas aquellas costumbres que solo poseemos los humanos y que poco a poco la tecnología acompañada de los pulpos gigantes del consumismo, está convirtiendo a las personas en esclavos y adictos a un vicio que es peor que las drogas, por que están estereotipando que todo es desechable y cambiable por algo mejor: en los alimentos, queriendo volver a las personas en cuerpos delgados y perfectos, con el consumo de alimentos, drogas, utilización de prendas y maquinas que hacen milagros en segundos; con la compra de aparatos para la casa que te hacen estar en el paraíso desde tu hogar, aun cuando en la despensa no se tenga nada para comer y se esté en guerra todo el día con la familia, los celulares de ultima gama que tiene la misma función que la panela potente antigua que te podía comunicar hasta la luna, pero la diferencia de este es que te mantiene hipnotizado, y te olvidas de las personas que están a tu alrededor y que ellas necesitan de tu compañía y afecto más que de tu presencia, en fin muchas cosas que nos están convirtiendo en extraterrestres, que vagan en un mundo natural ajeno a ellos como afirma en 1999 Fischer un nuevo mundo que establece nuevas formas de vivenciar la cultura al relacionarse, al consumir, al interactuar con los demás, pero esta interacción está haciendo, que el humano pierda su esencia que lo hace único y es la de mirar al otro, el sentir el respirar del otro, el olor del otro , el escuchar las palabras del otro y un sin número de sentimientos que genera el acercamiento con ese otro, por un montón de ceros y unos que forman la imagen tecnológica, que no permite ver al otro como ese otro, sino como un imagen plasmada desde un aparato electrónico.
No es que no esté de acuerdo con la tecnología sino que está siendo utilizada por el mismo hombre para dejar de serlo y convertirse en una maquina con serie al servicio de la tecnología.
Adriana Bedoya
BIBLIOGRAFÍA
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Darlena H M dijo:
Hola Adriana B.
Cordial saludo,
El leer tu ensayo me llevó a visualizar 3 clases de sujetos que han sido permeados por el avance de la tecnología según su época. El primero es el de los años de 1960 en el cual ubico a mis padres, quienes han tenido que adaptarse a estos cambios como lo expresas de una manera casi poética, a través de lo que cuentas; el segundo es el de los años de 1980 en el que me ubico yo, donde quizá no ha sido tan difícil adaptarme pero que sin lugar a dudas en ocasiones siento que me quedo atrás en algunas cosas que van a un ritmo de cambio y transformación más acelerado; y por último el del año 2000, quienes tiene una facilidad impresionante para manejar y comprender esta ciencia.
Por otro lado comparto contigo el sentir de que no veo tampoco a la Tecnocultura como algo malo, simplemente que como lo enfatizo en el ensayo Tecnocultura: avance o retroceso moderno, nos hemos alejado del mundo natural, y lo que éste nos ofrece nunca podrá ser reemplazado por un mundo virtual, aunque pretenda igualarlo.
Att: Darlena H M
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César Pineda dijo:
Muy interesante el que compartas tu experiencia de acercamiento a la tecnología en especial a esa elemento mágica que llamamos computador, además de otros dispositivos que a lo largo de tu vida han servido para el entendimiento del conocimiento. Es obvio que todos somos temerosos de nuevas opciones de vida y máxime si esta nos ayuda a mejorar, pero con cada poder se nos da una gran responsabilidad y el conocimiento son ambas, las ayudas son eso, no son un todo, nos complementan nuestro existir. La educación es esa caja de pandora que en la actualidad se ve plasmada en un sin número de dispositivos que están a nuestro servicio y no al contrario, la autora del ensayo reitera sobre el uso del texto en físico con un aire de apego a lo tradicional, es bueno no dejar las viejas costumbres pero no es malo evolucionar, de la misma manera lo es con la escritura, el papel y el lápiz seguirán siendo los preferidos para muchos para comunicar o comunicarse. No es malo usar otras alternativas, lo que no debemos permitir es generar dependencias innecesarias y poco benéficas.
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Jhenry De Jesús Cartagena M dijo:
Querida compañera te felicito por compartir tu experiencia vivida con la tecnología, tu propia subjetividad vivida durante tu vida. Como de una manera sencilla puedes dar a entender como se puede trasformar el hombre de una manera positiva o negativa si no sabe manejar su propio ser y se deja invadir por el consumismo de la tecnocultura.
Es a partir del día a día que podemos vivir la tecnocultura y establecer nuevos cambios positivos para las nuevas generaciones y tener sujetos contextualizados que respondan a los nuevos desafíos que enfrentaran en sus vidas.
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José Henry Pérez Osorio dijo:
Compañera.
Tu composición transita entre la subjetividad y la crítica a las imposiciones que la tecnocultura le impone desde sus diversos matices. En este sentido, lo más valioso de tu texto es el abordaje que a partir de la propia experiencia evidencias respecto del avance tecnológico y cómo éste finalmente se ha convertido en un desafío para tu ser como persona y como educadora.
Es a partir de los imaginarios que establece la tecnocultura como se generan cambios en los estilos de vida no para individuos abstractos sino para sujetos históricos y contextualizados que responden no sólo a sus condiciones innatas sino también a los desafíos existenciales.
José Henry Pérez Osorio
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