Etiquetas
En esta obra magnífica, de sentido profundo, no solo se halla una reflexión general de la vida humana, sino que contiene además un alto componente autobiográfico donde el autor se revela y se muestra. Se respira en ella un aire de angustia y tristeza que, como un asalto, lleva al reconocimiento de la propia condición y posición en la existencia. La reflexión del individuo en su relación con la sociedad y la familia es el lugar de donde surge el desarrollo de este problema económico-filosófico, literariamente abordado por Kafka.
La transformación por sí misma no representa un aspecto primario en la novela. Si fuera este el caso, el autor hubiera sin duda ahondado en este problema especificando más claramente en qué consistió dicha alteración y cómo se dio. De ahí que no sea gratuito que justamente el inicio de la novela se dé dando por sentada la metamorfosis. Lo importante es identificar el resultado de la conversión y su posible causa, aunque esa causa se diera como un proceso.
Por su parte, la figura del insecto es apenas una excusa, un símbolo, una imagen, una metáfora de la que el autor se vale para observar y narrar las circunstancias terribles que rodean al infortunado hombre en su interacción con su entorno bajo las nuevas condiciones. El lector desprevenido se quedará en la mera anécdota de la conversión y perderá de vista el elemento crítico realmente valioso que pueda extraerse de la narración. El mismo Kafka previno al editor de su libro ilustrar esta obra con la imagen de un insecto en la portada, sabía que hacerlo condicionaría al lector a tomar dicho aspecto ficticio del personaje como elemento principal: «El insecto mismo –dice Kafka- no puede ser dibujado. Ni tan sólo puede ser mostrado desde lejos. En caso de que no exista tal intención, mi petición resulta ridícula; mejor. Les estaría muy agradecido por la mediación y el apoyo de mi ruego. Si yo mismo pudiera proponer algún tema para la ilustración, escogería temas como: los padres y el apoderado ante la puerta cerrada, o mejor todavía: los padres y la hermana en la habitación fuertemente iluminada, mientras la puerta hacia el cuarto contiguo se encuentra abierta.».
La transformación de Gregorio Samsa (que el autor no explica cómo se da, pero que insinúa por qué se dio) lo convierte en un hombre aislado e incomprendido por su núcleo familiar y por un aparato institucional productivo, los cuales someten y obligan a aquel a que trabajen para ellos. Esta es la sociedad en la que solo “es hombre” el hombre productivo, es decir, el hombre que vale porque genera ganancia y aumenta la riqueza ajena a costa del sacrifico propio. Se humaniza lo animal y se animalizan las funciones y capacidades propiamente humanas; se convierte al individuo en un objeto, instrumento de la propia conveniencia a quien se le ha despojado de una vida propia haciéndolo vivir con sueños, ideal eso ilusiones prestados sin otra cosa en la cabeza que la obligación diaria de la acción productiva. La madre de Samsa llegó a afirmar que su hijo no tenía “en su cabeza otra cosa más que su trabajo”.
Las ilusiones ascendentes del hombre que trabaja para asegurar la posición de los suyos y la propia en la escala social se ven defraudadas por el hundimiento progresivo al que es empujado aquel a causa el asedio del jefe y la familia que además convierten en suplicio la tarea cotidiana de su carga laboral.
La vida productiva creadora de riqueza tiene como correlato la existencia parasitaria que solo vive a costa del trabajo ajeno. De Gregorio Samsa dependen dos grupos de personas que, a través del aprovechamiento económico, le succionan el fruto del sudor y el producto del esfuerzo diario.
Así pues, el trabajador enajenado entregado a su labor, una labor impuesta y ajena, arruina su cuerpo y empobrece su vida entregándole su alma a un oficio que la aniquila y la absorbe con herramientas cada vez más eficientes para exprimir su fuerza vital y humana. El trabajador común pasa los días ejecutando y realizando una tarea mecánica, repetitiva y monótona además de frustrante; redundando en un círculo del que no puede salirse, que ni comprende ni puede dominar porque, todo lo contrario, es empujado por una fuerza ciega superior a él que lo envuelve y lo somete. El engranaje social funciona de manera inconsciente y la inclusión del hombre en la sociedad depende de su pertenencia sumisa a dicho engranaje. Querer distanciarse de él es aceptar el aislamiento y la separación: es condenarse al exilio.
Ahora bien, todo el inicio de la Metamorfosis es una aclaración que Gregorio Samsa hace de su pasado inmediato; un balance general de lo que hacía y en lo que se convirtió: una vida resignada condenada a trabajar como comerciante o banquero. Su presente de insecto se explica en su pasado inmediato. La novela parte del resultado final para mostrar posteriormente la causa del horror.
Samsa no recoge ningún fruto, su existencia reducida solo produce indiferencia e indolencia por parte de los que siempre fueron los primeros en darle amor a cambio de que su sustento estuviera garantizado. Su vida agotada es el esfuerzo no valorado de su sacrificio por los otros. Su existencia describe la línea descendente que se va a apagando en intermitencias de cansancio y agotamiento. Paralelo a ese trazo que se hunde se levanta la línea floreciente de una familia arribista que sacrificó a su hijo para elevarse a un bienestar mezquino y filisteo.
Gregorio Samsa simboliza la desvalorización del hombre que no representa ninguna utilidad y del que no se obtiene ya ningún provecho. Su propia existencia instrumentalizada y objetivada se le ocultó mientras andaba distraído en la enajenación del trabajo productivo. Haber tenido conciencia de esto fue su tragedia. Su humanidad ya no fue recobrada y asistió al espectáculo lastimero de su propia perdición. El haberlo ignorado le ocultaba su infelicidad. Su vida era la de un hombre que todavía no sabía que era infeliz.
Ver la vida entregada a la rutina de la repetición diaria y la monotonía asfixiante; aceptarla esterilidad de lo cotidiano; adoptar la costumbre y aceptarla como natural retrasa la posibilidad de despertarse del sueño que nos han obligado a soñar y verlo convertido en pesadilla. El reconocimiento tardío de cargar con una vida así debe generar pavorosas consecuencias. El tedio tiene que sentirse como una cosa opresiva y abrumadora, este debe producir un aislamiento de nosotros en nosotros mismos, que es el más terrible de todos los abandonos. El despertar consciente de que hemos llegado a ser para nosotros unos completos desconocidos y de que cada día ha sido un cúmulo inmenso de horas muertas que sumamos al arrume de una recolección estéril, es el toque de campana que nos avisa de un abismo insospechado al que nos hemos visto arrastrados, no sin vértigo, en la tenebrosa e inadvertida profundidad que yace oculta a nuestros pies.
La metamorfosis es la conciencia lúcida de la propia condición. Es la novela del despertar. Su inicio es también una metáfora: “Cuando Gregorio Samsa despertó una mañana….” Quiere decirnos que ese despertar está ligado al conocimiento doloroso de lo que se ha llegado a ser.
Es el hombre que reconoce lo que ha sido y que comprende que eso que fue no coincide con lo que creía que era. Aquel que, al mirarse al espejo tras quitarse la máscara, no reconoció su cara y se preguntó quién era. La metamorfosis espor eso anagnórisis, el pathos de la soledad, la desolación, el desamparo y la lucidez.
No aceptar la convención y optar por un camino propio provoca una ruptura con nosotros y los otros: alejarse del rebaño nos convierte en solitarios y hace que los otros nos contemple como bichos, insectos, plantas raras que deben ser arrancadas; elementos antisociales que deben ser marginados, encerrados o aniquilados.
Gregorio Samsa encarna y representa la existencia de millones de personas que (movidos por los hilos ocultos de un mecanismo programado, secreto y maquinal que activa y convierte en autómatas esclavizados) encarnan la docilidad y la obediencia de las normas; que se muestran como defensores pasivos del sistema que los explota y oprime. Este régimen económico y político que ha moldeado la sociedad nuestra, impone un orden común y niega la individualidad por considerarla peligrosa. El hombre que se aparta del rebaño es visto con sospecha y obligado a rendirse y entregarse a cambio de no perder su cordura, su patria y su vida en el cementerio, la cárcel, el exilio o el manicomio. Este fue el alto precio que pagó Gregorio Samsa. La conciencia que adquirió de sí; la pregunta por lo que era, la molestia y la inconformidad consigo mismo lo llevó a la soledad que derivó en su muerte. El camino de la individualidad lo volvió extraño de sí mismo y de los otros. Es el riesgo que también enfrenta quien está dispuesto a poner en práctica la máxima ubicada en la entrada del templo de Delfos en la antigua Grecia: “Nosce te ipsum”, conócete a ti mismo (Rousseau ya había escrito que el más útil y el menos avanzado de todos los conocimientos humanos era el del hombre).
Esta es la novela que se pregunta por lo que se ha llegado a ser; por lo que se ha devenido. Interroga lo que somos o lo que, en un día desprevenido, seremos al despertar. He ahí la pregunta que alienta la novela. ¿Alguien se ha hecho esa pregunta? ¿Y si se la ha planteado, la ha respondido con la seriedad que tal investigación requiere?
Que cada uno de nosotros tenga pues la valentía de reconocer el insecto que tal vez seamos y que aún no hemos sospechado; la valentía de descubrirnos y saber en qué nos hemos convertido después de examinar de cerca nuestra vida, asumiendo el dolor que la lucidez encierra y las consecuencias que tal conocimiento trae.
milena carrillo dijo:
precisamente me estoy leyendo el libroy me parece una obra muy interesante me encanta leer mucho y esta obra me enseña muchas cosas sobre la trsformacion de vida que tuvo el personaje de gregorio
Me gustaMe gusta
L. Javier dijo:
Es un excelente análisi sobre la obra. No he leído muchos otros, y precisamente por eso, me quedo con este.
Me gustaMe gusta
tatiana karen alvarez suarze dijo:
yo no hecho el trabajo me pueden ayudar con algo mas cortico por favor
Me gustaMe gusta
unlectornormal dijo:
Siempre llego a identificarme con los personajes de los libros que leo y Gregorio no es la excepción, todos hemos sido esos bichos en algún momento y en algún momento lo volveremos a ser. Interesante ensayo, siempre es bueno ver como se pueden profundizar las lecturas, yo hice mi reseña en https://unlectornormal.wordpress.com/2017/06/23/la-metamorfosis/
Me gustaMe gusta
María Cristina Manco Hurtado dijo:
Realmente nuca tuve un acercamiento con ésta obra en mi proceso académico, creo que el primer acercamiento hacia ésta la tuve por una amiga que cualquier día me regaló y recomendó el libro; lo empecé a leer por la espectativa que me generaba pero oh, sorpresa! no pude pasar de las primeras 10 páginas, no llenó mis espectativas y por el contrario se tornó aburrido leerla; luego me cuestioné en si era el contenido de la obra o el autor de ésta y empecé a indagar llegando a «Carta al Padre» lo cual causó gran impacto en mi, pero ésto no consiguió que retomara la lectura de la «Metamorfosis».
Debo ser sincera y confesar que sólo hasta éste momento me estoy interesando por la obra, en un principio por compromiso académico, y comencé buscando el resumen y para mi sorpresa éste resumen motivó el deseo por leerla y fuí a desempolvarlo de donde lo tenía guardado por años.
Realmente llevo poco tiempo de estar leyéndola pero con la motivación para hacerlo y no por compromiso, quizá ahora estoy prepara para una obra como ésta y por comprender lo que está intrínseco en ella.
Es una obra que te enfrenta con un montón de fantasmas y con una realidad social latente donde prima la indiferencia por lo «extraño» o por lo que se sale del común y me pone a pensar sobre cuál es realmente mi posición frente a la «diferencia» o lo que para mí es diferente…
Sea como sea es una obra enriquecedora y contribuyó en ir alejando los temores a descubrir más obras de distinta complejidad para mi como lectora en formación.
Me gustaMe gusta
Flor Angela Montoya Hernández dijo:
Hace muchísimos años leí “la Metamorfosis”, (muchos más de los que nos cuenta Leidy que lo leyó), y sin embargo cuando trate de evocar los sentimientos y emociones de esa lectura, tristemente descubrí que no los recordaba y que no es un texto que por iniciativa propia hubiera vuelto a leer.
La lectura de este libro, desato en mi pensamientos como ¿De qué le vale a Gregorio Samsa su transformación física si en su interior sigue siendo un ser sin autoestima, un ser deseoso de complacer a todos sin pensar en que quiere él? ¿Cómo Kafka logra poner de manifiesto que en este mundo donde impera el capitalismo, y el hombre se convierte en un engranaje mecánico, el dejar aflorar la individualidad y la particularidad es convertirse en monstruo? Y ¿cómo siendo capaz de ver la “anomalía” que es ser un “individuo” no le da a este personaje una voz, con la que pueda explicar a otros su sentir? Personalmente, pienso que la obra es genial al lograr llevarnos a través de la descripción de imágenes crudas a descubrir los sentimientos y pensamientos del ser que despierta de su letargo y se da cuenta que está viviendo una vida que no es la que hubiera escogido vivir, pero también siento que, para mi gusto el autor me queda debiendo en la transformación interior de ese monstruo que es Gregorio Samsa en particular y cualquier hombre de esta época en general.
Para finalizar otra pregunta que me generó la lectura de esta obra, a propósito de la celebración de los 100 años de haber sido escrito. ¿Por qué si la literatura en general, despierta un sentido crítico en los lectores, no han sido muchos años sufriendo las mismas situaciones? ¿Será que estamos viviendo la misma situación de Gregorio Samsa, con la diferencia que nosotros todavía no hemos despertado?
Me gustaMe gusta
Danny Arango Jurado dijo:
Experiencia lectora: ¡knockout! En buena hora he leído esta obra, tantas veces aplazada, relativamente breve y profundamente intensa. Desde las primeras líneas comprendí que en la obra, hay gato encerrado, lo sentí como una gran metáfora que susurraba algo enigmático y sugería múltiples interpretaciones. Por su puesto que he venido tejiendo una interpretación, y cuestionando otras que había oído de unos viejos contertulios, sin embargo no será este, por lo menos ahora, el espacio en el que arriesgaré y defenderé una posición interpretativa. Por lo pronto solo quiero dejar un pequeño registro emocional que bien logrado ha sabido tallar esta obra en mi experiencia lectora. Aplaudo las escenas en las que Gregorio Samsa lucha demencialmente por no perder lo que le queda de humanidad, pero lo que más me desgarró fue la actitud deleznable de la hermana, no sé si en una relectura llegue a perdonarla. Por otra parte, la obra me ha dejado un delirio de ubicuidad con el que veo a Gregorio Samsa en muchas partes: en algunos habitantes de la calle, en antiguas amistades, en pedantes políticos; aconsejado por este delirio, a veces me siento, más arrogante que la hermana.
Me gustaMe gusta
angélica sanchez dijo:
El primer acercamiento que tuve con el libro fue en la época de colegio, la verdad no sentí ninguna emoción positiva por el escrito, fue tanto el asco que me dio y no lo acabé. Luego de muchos años me doy la tarea de releerlo y encontré un interés más elevado, puesto que identifiqué muchos hechos cotidianos que me parecen de gran interés, como lo es la falta de amor propio, el interés economico de una familia, la frialdad humana, la realidad de gregorio fue quedarse esclavo de su propio pensamiento consumiendolo por completo, a muchose de nosotros nos ha pasado a mi personalmente si, me he quedado haciendo lo mismo siempre, sin saber qué para conocer el mundo hay qué tener la mente abierta a todo lo que se nos venga.
Me gustaMe gusta
Esnedy Montoya dijo:
La lectura de un libro de esta índole causa indudablemente una formidable gama de posibilidades interpretativas, dando así la oportunidad de vivir en él o simplemente de recorrerlo, pero es gracias al compartir nuestras interpretaciones que logramos construcciones más complejas y más significativas y también gracias a esto que un autor como Kafka se sigue perpetuando a través de los años y que logra tanta vitalidad con el simple hecho de estar rondando nuevas mentes y espacios.
La metamorfosis habita en nosotros, con su lectura obtienes llevarnos y trearnos a los estados más desoladores del ser humano,como lo son la soledad, el encierro, la inapetencia alimenticia y el sentirse rechazado por quienes amamos o consideramos cercanos, ahí radica su fuerza trasgresora,el vernos identificados en Gregorio; cuando logramos ese reconocimiento con el personaje y su cercanía estamos permitiendo que sus dolencias y pesares nos afecten y ahí dejamos que nos habite para crear una experiencia que se anexa a nuestras vidas.
Me gustaMe gusta
Laura Ramirez Salas dijo:
Debo de decir que al ser “la metamorfosis” propuesta al inicio del semestre fui algo reacia frente a este, ya que en mis años de colegio me obligaron a leerlo varias veces, no sé si fue la edad, el momento o la imposición de la lectura, pero no me agrado, no lo entendí y no le saque gusto en lo más mínimo, por lo tanto lo dejaba iniciado y prefería leer resúmenes para cumplir medianamente con la obligación.
Debo decir que luego de varios años desde mi primer acercamiento al libro, hoy puedo decir que me agrado lo suficiente para tenerlo en mi biblioteca personal, lo devore rápidamente y lo hice parte de mi mientras estuvo dentro de mi mochila, sucito en mi preguntas, sentimientos y muchas ganas de seguir leyendo a Kafka. Creo principalmente que lo que me atrapo del libro es que deja bastante a la imaginación, pero también lo que narra es demasiado explicito causando diversas sensaciones en el lector.
Creo que es un referente en la literatura, pero no debe ser impuesto por nosotros futuros docentes, debe ser más bien provocado a que lo leen y seguidamente hacer con nuestros estudiantes un seguimiento y un rastreo de lo que fue y es “la metamorfosis”.
Me gustaMe gusta
Maria Camila Córdoba dijo:
Al leer la metamorfosis, uno se puede identificar con cualquiera de sus personajes, inmediatamente con Gregorio Samsa, ya que en algún momento de la vida nos podemos sentir rechazados por la sociedad o hasta por nuestra misma familia.
Esta segunda vez que leí la metamorfosis me pensé desde la posición de la familia de Gregorio, su reacción me pareció algo normal, pues frente a algo desconocido siempre se va a tomar una posición preventiva y más aún ante semejante cambio físico. Siempre vamos tener cambios en nuestras vidas y eso va a pasar con las personas que compartimos cotidianamente, para mí este segundo encuentro dejo algo claro y es que la aceptación por los demás y por sí mismo es primordial para no morir siendo víctima de la soledad como Gregorio Samsa.
Me gustaMe gusta
Sergio Andres Rivera dijo:
Al principio estaba muy poco convencido de esta obra y muy negativo frente a la idea de que tenia que leérmela , este fue mi primer acercamiento a Kafka y espero no sea el ultimo y poder llegar a algunas de las obras que vimos en la exposición de la compañera Sara.
Es la primera vez que una lectura me causa asco y trae sensaciones desagradables , la forma en la que Gregorio descubre su nuevo cuerpo y en ocasiones como en las que sangra o describe los fluidos que emanan de el solo puedo imaginarme a mi mismo en una situación como esa y me lleno de desagrado. Aparte de todo eso me deja un vacio el hecho de que nunca expliquen o den a conocer la razón de la metamorfosis de Gregorio , esto es un hecho increíble e impresionante que causaría revuelos si llegara a ocurrir fuera del mundo literario , la forma en la que la familia continua su vida y no se preocupan por el , al contrario conversan a la mase con toda tranquilidad de como deshacerse de el.
Me gustaMe gusta
Roger Andrey Cano Guzmán dijo:
A diferencia de algunos de mis compañeros de clase,
no he sentido mucho interés en tener acercamientos a Kafka,
debido a que en las pocas obras de este autor con las que he tenido contacto he percibido cierto interés en difundir desconfianza sobre las demás personas,
como para mí, fue el caso de «El proceso»
me parece que el autor tiene pretensiones en crear cierto tipo de caos psicológico en los lectores, en otra de sus obras como «Un artista del hambre»
también pude percibir ese factor negativo evocando al pesimismo latente en toda la obra, he de confesar que cuando supe que debía leer «La metamorfosis» tenía cierto pensamiento leve que sería diferente, supuse que la palabra metamorfosis era meramente una metáfora y que no habría cambio de forma alguna,
pero tampoco fue sorpresa percibir tras unas cuantas páginas leídas, la misma sensación de vacío emocional y re-sequedad en los labios, otra vez estaba ahí esa sensación de que el señor Kafka a pesar de su exquisita narrativa, no era más que un retraído social que buscaba manifestar de forma literaria
su perspectiva sobre la vida…
De nuevo en sus líneas se puso la discriminación y la soledad.
Me gustaMe gusta
Leidy Lorena Arango Pérez dijo:
«Gregorio Samsa es un ser autosuficiente» este fue el comentario que me hizo Claudia Elena, mis profesora de español del colegio en el tiempo en que leí por primera vez la obra. No es que posea yo una memoria prodigiosa o que la frase me haya marcado particularmente a tal grado como para trascender en mis recuerdos, sencillamente es lo único que copié al final del libro y como tantos años después (estamos hablando de unos 14 años) releí en el mismo texto, tuve la sorpresa de hallar esta lacónica acotación. Sobre su significado o validez no quiero extenderme, porque pienso que la novela aunque es corta y precisa está cargada de semántica y no necesita que yo le haga otra aberrante pata al ya de por sí repugnante Gregorio, total que no me desgastaré en una interpretación bizarra de la obra.
Contrario sensu, me limitaré a exponer unos pareceres que son de hecho metatextuales y que rodean la obra sin tocarle; los escogí no por ser los más llamativos sino porque pienso que han sido excluidos de todas las prolijas discusiones referentes a La metamorfosis:
En mi opinión si se quiere hurgar en la condición humana habría que allanar la literatura rusa, sin embargo considero que Kafka hace un buen avance en esta materia, ese universo atormentado que ilustra y satura de ruindad, mezquindad y oprobio, en donde su personaje está atascado en situaciones sin salida, cuyas particularidades es ir de la insignificancia y la invisibilidad social a la monstruosidad y que además, es sometido a la ruptura de la mística tradicional y en este fenómeno nos pone de testigos y espectadores dejando de manifiesto que la injustica circunda y que lo malo, lo muy malo, le puede pasar a personas buenas y correctas como lo fue Gregorio. Con ello se ensaña el autor en profanar nuestros límites morales para juzgarlos, ridiculizarlos y boicotearlos a través de esta denuncia muda, en la que deja impune el martirio y deja a sus personajes victimizados en el relativo olvido o en incógnita social.
El segundo y último aspecto que quiero resaltar de mi “experiencia literaria” es que Max Brod es una mierd* y que tal cuál sospechaba Kafka el mundo es tan o más cruel de lo que alcanzó a describir y queda probado por el hecho de que ni siquiera uno de tus más íntimos amigos y confidentes es capaz de guardar tu última voluntad favoreciendo en su lugar a extraños aparecidos. Además, no siendo suficiente esto, pasa a la historia tal canallada y revistiendo a Brod como todo un salvador. Se muere entonces Kafka engañado, pensando que tenía un amigo, por lo menos Gregorio murió sabiendo la verdad sobre la gente que le rodeaba.
Kafka intuyó pero no alcanzó a dilucidar su propia monstruosidad, se le desdibujaron las muchas patas o se movían tan rápido que no alcanzaba a apercibirlas y se pasó la vida reconociéndose como bípedo y vertebrado, pero la duda, de que quizá no era así, la sospecha del monstruo que descansaba en él le atravesó, al igual que a muchos seres sin nombre y rostros que pasan en el anonimato por el mundo sin la capacidad de escribir para tan siquiera metamorfosear en prosa su tragedia, o quizá si la escribieron pero tuvieron la suerte de contar con fieles y eficientes amigos que cumplieron con llevar a la pira muchas otras evidencias de denigrantes transformaciones.
Total que la obra sugiere mucho y deja abiertas infinidad de provocaciones por lo que considero que seguirá vigente con el solemne rótulo de universal.
Me gustaMe gusta
alejandra hoyos rodriguez dijo:
Aunque no me vi reflejada en la obra, la verdad logro captar mi atención era inevitable no sufrir junto a Gregorio, el estilo con el que el autor realiza la narración es bastante envolvente, en mi caso se logro transmitir un poco el agobio de Samsa y depronto un poco de paz pero solo en tres lineas en las cuales él se sintió aliviado al ver que por primera vez algo no era su responsabilidad, ya que eso que pasaba no dependía de él.
La forma en la Kafka describe el lugar donde Gregorio pasa la mayor parte de el tiempo durante la obra y el aspecto del bicho en el cual él se convierte se alcanzan percibir descuidados, lúgubres y aterradores al igual que lo que sentía gregorio en el momento,hubo algo que me llego a horrorizar mas que el aspecto de el bicho en el cual Gregorio se convirtió y fueron las actitud de sus familiares ya que no era justo con el y de cierta forma la unica manera que Gregorio encontró para manifestar su tristeza fue victimizandose.
La historia me dejo una especie de sin sabor al ver el terrible desenlace de Gregorio, pensar que al principio era el sustento de su familia y que de cierta forma tenia el respeto de estos así fuera solo por interés económico y de repente pasar a ser el principal problema de estos llegando hasta el punto de que ellos desearan su muerte, ver que fue la única forma en la cual se dieron cuenta de que no necesitaban aprovecharse de Gregorio y que ellos mismos podían solos y que al parecer vivieron mas felices sin él, aunque al final los padres pensaron en salir de su hija o aprovecharse de ella al igual que de Gregorio, el llamado karma que dicen.
Primera vez que leo esta magnifica obra y me alivia que haya sido en este ambiente ya que si lo hubiera hecho en otras circunstancias habría pasado desapercibida para mi.
Me gustaMe gusta
Luisa Figueroa dijo:
El primer acercamiento que tuve con la obra fue en el año 2009, en ese tiempo sólo fue una lectura superficial en la cual no hubo un trasfondo que me marcara. Después tuve la oportunidad de ir más allá y reconocer en el texto aspectos muy cercanos a mi vida, de identificarme por instantes con su protagonista, de sentir transformaciones determinantes, de descubrirme.En general fue una obra que al ser leída por segunda vez me marcó y me sigue marcando.
Me gustaMe gusta
Miriam Zuluaga Marín dijo:
Difiero, si no es con todos, con la mayoría de mis compañeros en la experiencia con el libro. No lo disfruté en absoluto.
En mi opinión es un mal libro al cual lo encontraron tan absurdo que de alguna forma le tenían que dar sentido sacando cualquier argumento de carácter existencial (excusas si el término no tiene cabida). Para mí era un simple bicho, no me salí de una lectura fantástica, lo reconozco, que al mismo tiempo me impidió trascender o ahondar de una manera más analítica, crítica o comparativa frente a la realidad y a la historia que se presenta en el libro.
Por otra parte, considero que la experiencia hubiera sido diferente teniendo un conocimiento de los trabajos anteriores de Kafka, pues de algún modo se enlazan concepciones que son características del autor y pueden proporcionar información para que la lectura sea más funcional y no, en mi caso exclusivo, tan superficial.
Me gustaMe gusta
Carlos Alberto Cartagena M. dijo:
Yo tuve la suerte de acercarme a la metamorfosis de Franz Kafka mucho después de aquella edad colegial, en una época en la que andaba buscando un crecimiento por medio de los libros, guiado por el canon literario llegue a la obra de Kafka en la que a diferencia de muchos quede enganchado con como la repetición continua de lo cotidiano que usualmente concede seguridad se ve destruida cuando Gregorio se ve transformado en insecto, en general esta obra me llevo a preguntarme cuales son los límites del amor, tanto el amor a un familiar que es demostrado en como la familia de Gregorio lentamente se aleja de el cambiando su posición de un miembro de la familia a un objeto extraño. Aun con más peso vi como en base a ese ambiente familiar y a su trato con el Gregorio mismo pierde su amor hacia si mismo y hacia la vida en si. Hablando del la habilidad seductora hacia la literatura este libro me parece una herramienta bastante adecuada pues contiene una expresión de pasiones humanas que pueden alcanzar a muchos de los que querríamos atraer hacia lo literario.
“Pero así como el amor te corona, también te crucificará, lo mismo que te ayuda a crecer, también te poda”
Me gustaMe gusta
Angie Carolina Donado Rojas dijo:
El saber que muchos de mis compañeros ya habían leído este libro, ya sea por interés o porque en su etapa del colegio se los asignaron, causaba en mi gran curiosidad, pues nunca había tenido la oportunidad de acércame a esta obra, hecho que me provocaba un poco de malestar, todos hablaban de ella y de manera relevante decían «es una persona que se convierte en bicho y se muere». Por lo anterior pensaba que su trama era simplemente ficción y que no podía gustarme igual que a los demás, ahora que leí el libro pienso totalmente lo contrario, este libro ademas de narrar, la historia de Gregorio Samsa, un hombre que ejerce un oficio que no soporta con el sólo fin de mantener a su familia, ya que el es el único en ella que trabaja, por lo cual constituye el único ingreso económico , por lo menos hasta donde él sabe, pero un día Gregorio despierta convertido en un insecto, hecho que desarrolla un abandono por parte de la familia hacia él. También es una historia que permite explorar cantidades de emociones, lastima, temor, miedo, impotencia entre otras, ya que puede tener varías interpretaciones: políticas, religiosas, sexuales, sociales, etc. Es un relato sobre la soledad, la discriminación y la incomprensión del individuo frente a la sociedad. Para mí lo importante fue la sensación que tuve, la situación del protagonista con toda su angustia e irrealidad, sabiendo que es sentimiento que todos hemos pasado alguna vez, y no necesariamente en las mismas situaciones. Lectura indispensable y esencial, tanto para adentrarse en el universo kafkiano, como para intentar “entender” el mundo actual. La historia me conmovió mucho, el ver cómo las personas que se suponen son las más cercanas a ti, pueden terminar aislándote, llegando a sentir hasta repulsión por ti, dejarte de lado por el simple hecho de que te desconocen y que algunos ni siquiera muestran interés en querer descifrarte, en querer conocerte… cómo todos pueden seguir sus vidas, esforzándose por ellos, pero dejándote totalmente solo, sin ayuda, sin comprensión, sin consuelo, como si nunca hubieses existido, teniendo que ver desde un rincón y alejado de todos el pasar de los días, extrañarte de la vida y hasta de ti mismo sin poder comprender nada, sólo observar… esperar… y morir.
Por ultimo quiero destacar que LA METAMORFOSIS es un libro existencialista, que nos muestra algunas espatas de nuestra vida a través de la fantasía y que por medio de metáforas nos induce a varias reflexiones, pienso que todo depende desde que punto de tu vida lo veas y la edad que tengas.
Me gustaMe gusta
Gicela Londoño Muñoz dijo:
Comenzare por traer a colación algo que dijo Jorge Luis Borges con respecto de la obra “DOS IDEAS-MEJOR dicho, dos obsesiones- rigen la obra de Franz Kafka. La subordinación es la primera de las dos; y el infinito, la segunda”. “la metamorfosis” recoge el tejido inacabado, la esencia de lo que es la condición humana y la vida misma, como una crítica a la sociedad burocrática donde se ha pasado del amor sereno al amor maquinal impulsado por el abrumador avance material donde el premio es tu capacidad adquisitiva.
Sin duda y afortunadamente la literatura surge como una forma de escape, reflexión, búsqueda y discusión, de estos acontecimientos. En este caso aborde esta obra tan particular por un compromiso meramente académico, pero otra vez se ve reflejada en mi la capacidad de la literatura de convertirse en un núcleo viviente que tuvo como fin último, pero medio terminado, darme esa sensación de que descubrí un universo nuevo ni tan ajeno a mí, pero conocerlo me hizo sentir más mísera y querer conocer a este bicho, el real, el que soy yo. En mi opinión la metamorfosis encarna la lucha que emprendemos los seres humanos a diario que en la historia se ve reflejado en Samsa, un ser lleno de bondad, amabilidad y que a pesar de su condición en el transcurso de la obra parece aflorar en toda su dulzura humana, en su generosidad. Que se disfrazan de esperpento en consecuencia de no reconocernos a sí mismos en la lucha, por el efecto de reconocer primero el sistema del cual somos parte y preguntarnos ¿si encajamos en el? Y no darnos cuenta de que como le sucedió a este personaje, que cuando asumimos la trasformación, nos rodeamos de parásitos, que este caso sería la familia, aunque esto genera una pregunta aparte ¿Qué papel estaríamos dispuestos a asumir en la historia?
En mi caso leerla fue como tener aquella manzana cuesta arriba, pasar por un proceso semejante al de su familia, ya que es de aceptación puesto que al a nosotros como seres humanos nos es difícil vivir humanamente, y desprenderse de la lógica racionalidad de los acontecimientos, que hizo que la familia también se desprendiera de sus monstruos cargados de humanidad según su condición momentánea y Gregorio se desprendiera del suyo, el de la sumisión.
Como breve conclusión el hombre subordinado espera en el infinito, como el que espera en una silueta vacía con bondad, como lo hizo Gregorio y que el entorno, la estructura social se empeña en destruir, por ser defectuosos, o bichos despectivos, algo que nos lo llegamos a creer con la idea monótona de encontrar una respuesta racional a la existencia, solo cuando la continuidad duración de la sensación de realidad es de mucho tiempo, nos abarca y nos damos cuenta que el mundo muere con el individuo.
Me gustaMe gusta
Andrea Urrego Gordon. dijo:
La metamorfosis, produce un sinfín de sensaciones al leerla, no sólo por su particularidad de ser tan literal y poder desarrollar los 5 sentidos al ver las letras planteadas en el libro, si no por que se puede rápidamente tener una identificación personal con los sujetos de esta maravillosa obra.
La primera vez que me di el gusto de leer a kafka con este suculento texto fue en el colegio, estaba entre 9° o 10°, no recuerdo muy bien… lo que paso fue que leí la obra tan literal que pude poner a prueba mis 5 sentidos (como mencione anteriormente) sólo con letras, muchas veces fue totalmente repugnante el sólo pensar la textura de aquel «bicho» que se mencionaba entre letras, fue asqueroso imaginar los movimientos y el sólo hecho pensar en despertar convertido en tan semejante cosa me erizaba la piel; recuerdo que en aquel entonces mi maestra nos puso a dibujar o buscar imágenes de lo que imaginábamos como el «ser» en que se había convertido Gregorio Samsa (protagonista de la obra, como muy bien sabemos), muchos de mis compañeros hicieron pinturas abstractas que según ellos (porque yo no lograba identificar muy bien las cosas) representaban la tristeza, la soledad o demás sentimientos que puede que Gregorio haya sentido. Sin embargo, como mi lectura en ese entonces fue demasiado literal, yo sólo me di a la tarea de dibujar un «bicho» cosa por la cual, mi maestra me invito a leer el libro de nuevo.
Al principio me pareció repugnante la idea de volver a leer aquellas letras en donde la imaginación sólo me daba para sentir lo asqueroso que pudo haber sido aquello.
La verdad fue que al leerlo por segunda vez (invitación por mi maestra, como mencioné) me encanto, leí más allá de sólo lo literal y tome una versión más práctica del asunto, llevando los sentimientos de Gregorio Samsa a la sociedad actual. Ahora, esta tercera vez que me lo leí, estando en la universidad me pareció más maravilloso, creo que fue por la realidad en la que estoy y por la poca experiencia vivida que hay veces me siento como un «bicho».
Me gustaMe gusta
cristian alexis iral cantillo dijo:
lo que mas me llamò la atensiòn en esta interpretaciòn que hace Sara Gallego de (la metamorfosis) es como conceptualiza y contextualiza casi de la misma manera que lo hace kafka con esta gran obra. creando en sus lectores una catarsis con una mezcla de desconsuelo y sabiduria que nos lleva a reflexionar cual es el destino de nuestras vidas, o ¿que hemos hecho con este monton de horas desechadas en el pasado? y mas en la forma sociopolitica que hace aludiendo al trabajo, al sistema y todos los esquemas que tiene esta sociedad llena de prejuicios absurdos, prejuicios que nos hacen ciegos sordos y mudos mientras vemos como nuestras vidas se derrumban frente a nuestras narices, o si bien nos enfrentamos a esta cruda realida, seremos los bichos raros que no encajaran en esta sociedad imperfecta que solo ataca hombres perfectos que solo tratan de ser ellos mismos
Me gustaMe gusta
Andrea Restrepo dijo:
Al igual que algunos compañeros, leí la obra en el colegio y estaba bajo la presión de memorizar una cantidad de cosas y de estar pendiente de los detalles más irrelevantes, lo cual no me dejó disfrutarla pero en esta ocasión pude percibir la obra de una manera diferente y me gustó mucho.
Es una obra que no está muy lejos de la realidad, pues muestra como socialmente vivimos, el rechazo y marginalidad a lo que no estamos acostumbrados. En un principio Gregorio siente pena por mostrar su trasformación ya que él siente repulsión por sí mismo pero luego de pensarlo decide con tranquilidad mostrar su nuevo aspecto a la familia esperando encontrar apoyo, pero en cambio recibe un violento rechazo por parte de su padre, aquí es donde muchos nos identificamos, esperando encontrar apoyo en las personas que consideramos cercanas pero no lo encontramos y nos toca asumirlo solos en un rincón en medio de la oscuridad. Pude sentir compasión y tristeza por este personaje y más cuando a oscuras recordaba a sus amigos, jefes, a aquellas chicas y a todas esas personas que parecían no existir, pude experimentar su sentimiento de insignificancia, incomprendido y rechazado por sus seres queridos, pero también pude ponerme en la situación de otros personajes como el de la hermana, comprendiendo el esfuerzo que hacía en un principio, alimentándolo y aseándole su cuarto o el sufrimiento de la madre, sus llantos y anhelos de verlo.
Quizá no era el final que esperaba pero fue el mejor para Gregorio y su familia, él se sentía bien a pesar de que su cuerpo estaba adolorido y su movilidad estaba muy afectada, sin rencor pensaba en su familia y en el amor que les tenía, tranquilo aceptó que ya debía desaparecer.
Me gustaMe gusta
Sebastian Morales dijo:
Lo que puedo decir sobre este libro según mi experiencia es que, bueno, primeramente el hecho de que haya que tener cierta edad para poder entenderlo a profundidad ya dice mucho, es una obra bien pensada, bien elaborada. La primera vez que lo leí, por allá en noveno grado, cuando por mi mente no pasaban más que canciones ruidosas, me lo tomé tan literal que me pareció estúpido, yo no leía, no tenía idea de autores, ni de literatura, y así es imposible darle una buena interpretación a algo como la metamorfosis.
La segunda vez estaba más maduro y mi percepción del mundo era más agria. Puedo decir que este libro me resulta así: agrio, amargo, deprimente; su atmósfera es sin duda de un color verde grisáceo; su aire está atestado de polvo y células muertas en exceso; en el techo del cuarto de Gregorio hay telarañas y sus ventanas están empañadas constantemente haga o no haga frío; su trabajo es aburrido y la responsabilidad que carga es una gran amenaza para su salud mental; para ser un bicho lo mejor que pudo hacer es morir aunque suene cruento. ¿Cuántas veces nos despertamos en la mañana sintiéndonos así o cuantas veces simplemente lo disfrazamos? Gregorio «bicho» es un reflejo de ese «yo miserable» que es tan propio del ser humano cuando se deja consumir por la rutina, por el estrés, por los malos trabajos, por las horribles responsabilidades, por la vida en sí; Gregorio Samsa me parece a mí que es más que una posible mala influencia para mentes jóvenes que por naturaleza malinterpretan, una advertencia para las no tan jóvenes que quizá pudieran sacarle provecho, o por lo menos así lo interpreto yo.
Me gustaMe gusta
Hildebrando castaño rojas dijo:
se podría decir muchas cosas sobre esta obra pero en particular quisiera resaltar que aun sin conocer a este escritor podrías sentirte identificado con mucho de lo que el dice o intenta decirte. se basa en la existencia humanan en nuestra forma de sentir y para esto usa su manera particular de percibir lo que lo rodea, no dice nada fantástico o increíble solo te muestra esa desesperanza por la que el esta pasando y al meterte en su mundo es inevitable no sentir lo que el esta sintiendo, su dolor ese sufrimiento por el ser diferente o incomprendido es lo que te atrapa.
no soy muy buen critico porque me centro en lo bueno que puedo sacar de lo que leo y a mi parecer es una obra simple, no veo una intención en la que su escritor quiera mostrar una erudición infinita o resaltar sus competencias literarias, solo noto una persona con un problema al que el dar una solución se le es imposible por sus propios medios y necesita ayuda, ayuda que nunca recibe y termina en un desenlace trágico completamente acorde con esta realidad. lo magnifico de esto es que menos definitivamente es mas en esta obra literaria.
Me gustaMe gusta
Alejandro Castro Restrepo dijo:
Creo que esta obra se gana su posición histórica dentro de la opinión común dentro del mundo literario.
El hecho de presentarnos un suceso tan descomunal, como es una transformación de tal tipo, con una simplicidad para el asunto físico y un completo ahondamiento en la parte sensitiva del personaje es algo que nos permite ir más allá de la lectura a medias. El texto me atrapó desde aquella primera vez en el grado 9° cuando se me invitó a leerlo en la materia de español, dirigida por una gran profesora, seductora para la lectura.
Creo yo, uniendo lo hablado en clase, que el texto es propicio para invitar a su lectura, pues aborda un tema que toca, diría yo, a casi todos los seres humanos: la vida y sus preocupaciones principales. Dejando de lado el tema físico, Samsa nos permite ver más allá de sí mismo, nos lleva hasta el Kafka adolorido y también hasta nosotros, en aquel día a día con sus momentos del descubrimiento propio, de nuestra posición expectante ante un momento incierto que es la vida misma.
Creo que el texto nos invita a pensarnos, por eso atrapa. Consigue que nos sentemos durante la lectura a vernos como aquel insecto matutino que muere de a pocos esperando algo más, una mirada, un poco de atención de quienes se ama o por los cuales se da todo.
Diría yo que si el texto ha logrado sobrevivir dentro de un concepto mundial de buena literatura durante cien años, no es solamente porque lo escribió Kafka, o por cómo está escrito, más bien pienso que es para lo qué está escrito, pues ese tipo de hombre, el que sufre, es abandonado, se entrega, espera algo más y solo encuentra la muerte, es un tópico que sobrevive, y sobrevivirá, durante toda la historia humana, pues esa metamorfosis es a la que todos le tememos y, raramente, a diario ignoramos.
Me gustaMe gusta
Marisela Velásquez Tangarife dijo:
Al contrario de algunos compañeros del curso, nunca en la secundaria “tuve” (porque por lo general en el colegio se lee por obligación) que leer La metamorfosis de Kafka. Conocía su temática principal y me parecía interesante el simple hecho de que un hombre se levantara una mañana convertido en un insecto, pero no conocía a fondo la historia que se escondía tras el interesante titulo.
Ahora, cien años después de su publicación, tengo la oportunidad de leerlo, conocerlo y juzgarlo con libertad. Personalmente esperaba más de una de las obras más importantes del siglo XX, la historia transcurre con cierta monotonía y se queda con la sensación de que faltan cosas por contar o describir. Siento que tenía una ventaja y desventaja a la vez en no conocer muy bien la historia. Ventaja porque no tenía idea que el personaje principal, Gregorio Samsa, moría transformado en aquel monstruoso insecto, así que continuaba mi lectura con cierta ingenuidad y con la expectativa viva; pero por otro lado esa misma ingenuidad que caracteriza al lector me ponía en desventaja al esperar más movimiento del personaje cosa que nunca paso.
Por último quiero recalcar que no sentí una verdadera metamorfosis por parte del personaje, quizás anatómicamente si fue total, pero psicológicamente pienso que no lo fue. El hecho de que Gregorio despertara con una transformación física completa y optara por una aceptación infantil y sin gran asombro, me parece algo irracional para alguien que ha sufrido un cambio de tal magnitud. Tampoco podemos dejar a un lado que aun convertido en insecto Gregorio recuerda cosas del pasado, capacidad que solo tienen los humanos y por ende sería algo imposible para él.
Me gustaMe gusta
Yurany Duque dijo:
Creo que nunca voy a olvidar el sinfín de sensaciones que me produjo este libro.
La primer vez que lo leí me gustó muchísimo, aunque cuando llegué al fragmento que describía que «…se encontró con que la parte que le picaba estaba totalmente cubierta por unos pequeños puntos blancos, que no sabía a qué se debían, y quiso palpar esa parte con una pata, pero inmediatamente la retiró, porque el roce le producía escalofríos.» sentí un profundo asco, hasta náuseas. Quise dejarlo
inmediatamente, pero TENÍA que leerlo.
Esta segunda vez ya estaba predispuesta, no podía olvidar la indescriptible sensación que habían dejado en mí aquellos puntos blancos. Hubo varias veces en las que tuve que parar de leer porque ya no podía dejar de pensar en lo mismo siempre, no conseguía concentrarme.
Esta parte del libro y la que lo describía a él debajo del canapé, cuando intentaba taparse con una sábana, me impactaron muchísimo. Aunque con esta segunda sensación no sentí asco, sino más bien tristeza, sentí la miseria del personaje, que ya no era capaz de mostrarse ni siquiera a su hermana, que era la que había estado menos lejos de él desde el inicio de su transformación. Sentí la soledad, amiga de los marginados, y vil compañera de los afligidos.
Creo que hasta ahora ningún libro me había producido más sensaciones. Y la verdad no sé si se lo daría a leer a mis alumnos.
Me gustaMe gusta