¡Ah desgraciado si el dolor te abate,

si el cansancio tus miembros entumece!

Haz como el árbol seco: reverdece

y como el germen enterrado: late.

Resurge, alienta, grita, anda, combate,

Vibra, ondula, retruena, resplandece…

Haz como el río con la lluvia: ¡crece!

Y como el mar contra la roca: ¡bate!

De la tormenta al iracundo empuje,

no has de balar, como el cordero triste,

Sino rugir, como la fiera ruge.

¡Levántate!, ¡revuélvete!, ¡resiste!

Haz como el toro acorralado: ¡muge!

O como el toro que no muge: ¡embiste!

Brecha: camino, andar

Este es un poema que canta a la libertad, invita a la entrega incondicional y a enfrentarse a todo aquello que se muestre en contra del  hecho de dejar salir a flote los sentimientos que pueden llegar a desencadenar actos jamás pensados en este mundo tan lleno de normas. Las personas muchas veces ignoran el qué dirán para unirse en la pasión y el goce del momento, en este poema se hace una sana invitación al disfrute, al sentir al no dejarse abatir por las circunstancias que se enfrentan.
El poema fue pensado fuera de toda norma, incita a atreverse, su forma  está en perfecta conjunción con la intención del autor que sería demostrar como en la vida el amor puede sobrepasar cualquier creencia o concepción tradicional sobre la felicidad. Este poema nos inspira a pensar en que la felicidad no se puede encerrar o delimitar solo a lujos o palacios hermosos; ella va libre, no tiene ataduras ni temores.

Este poema nos lleva a pensar en  el amor como sinónimo de juventud; los jóvenes tienen un valor espiritual único, que los diferencia de aquellos “millonarios” que solo poseen riqueza material; entonces el mensaje central que podría interpretarse aquí es que: el amor es lo supremo en el ser humano, se materializa de modo natural en las personas y se disfruta libremente. Este bello poema encierra una imagen hermosa del amor. Los millones que el amor representa no se pueden medir con gramos de oro porque este elemento  es común, y el amor es extraordinario, libre, va más allá.

PREGUNTAS:

  1. ¿A qué nos invita el poema?
  2. ¿Cuál podría ser el tema del poema?
  3. ¿A qué se refiere el autor al decir: “¡Ah desgraciado si el dolor te abate, Si el cansancio tus miembros entumece!”

Blanco Nora Guzmán – Iris Palacios – Martha Elena Osorio