«¿Qué clase de misterio es ése que hace que el simple deseo de contar historias se convierta en una pasión, que un ser humano sea capaz de morir por ella; morir de hambre, frío o lo que sea, con tal de hacer una cosa que no se puede ver ni tocar ni que, al fin y al cabo, si bien se mira, no sirve para nada?».

GABO

 Considero que la literatura es más que algo formal y estructural.Considero que la literatura es un arte, y como arte es una construcción cultural autónoma. Y si es una construcción autónoma si finalidad radica en un sin por qué, la finalidad de la literatura está en si misma. Basta con que exista.En este sentido considero que la literatura nos ofrece mucho, pero vuelvo y repito, como un fin en sí mismo, sin pretensiones instrumentalistas y utilitaristas; como me lo cuenta un amigo de la escuela normal la literatura se puede pensar como una travesía o un recorrido casi geográfico. Considero que la literatura permite a las personas diversidad de posibilidades, posibilidades que se pueden agrupar de muchas maneras.

La lectura como experiencia tiene que ver con eso que me pasacuando uno se enfrenta a un texto literario. Y eso que pasa es un acontecimiento que se da en el interior de cada cual, que lo afecta de algún modo, que le deja marcas, huellas, rastros, heridas en lo que es , piensa, siente, sabe, quiere. Por tanto la literatura toma sentido no por lo que dice el libro ni por lo que se pueda decir sobre él, sino por la formación o transformación que logra en el lenguaje, en el pensamiento y en los sentimientos. La literatura es importante en tanto permite formarse, o deformarse o reformarse, pero en todo caso transformarse.

La literatura permite ver e interpretar el mundo de una manera más profunda, esto es, fortalece nuestra cosmovisión, permite saber que existen muchas más cosas de las que se logran percibir en el entorno más cercano, despierta sensaciones que no creíamos que estuvieran en nosotros, se pueden conocer geografías inéditas, explorar universos sorprendentes, frecuentar diferentes partes y culturas, vencer esa condición finita y constreñida ensanchando la idea de realidad, de mundo. La literatura al igual que la manzana del paraíso de nuestros dos primeros padres tiene la facultad de abrir los ojos de sus lectores, de darles entendimiento, de ver la realidad de otra manera no importando que en el acto se caiga nuevamente en el pecado original. La literatura cobra sentido porque brinda sabiduría para afrontar la vida, una visión más amplia para aprender a vivir una vida humana bajo cualquier circunstancia. Al igual que la sal y el limón mezclados la literatura produce sensaciones que difícilmente podemos controlar no solo por su variedad también por la polifonía de ideas que a la mente pueden llegar.

El diálogo alrededor de la literatura va posibilitando un pensamiento más universal, más diverso, más plural, un pensamiento más dispuesto hacia lo extraño, más respetuoso de la diferencia. Va forjando un pensamiento analógico puesto que permite establecer relaciones extrañas, hacer asociaciones, ver semejanzas en textos aparentemente diferentes, permite superar las disyunciones para lograr descubrir conjunciones, interrelaciones, imbricaciones, sinestesias. La literatura le da una forma más elaborada al intelecto, afina el pensamiento, lo figura. Y figurar el pensamiento es tanto como lograr abandonar el presidio de nuestra inmediatez, para colocarnos en otro lugar, en lo posible, y así, tener ojos para contemplar las estrellas.

El hecho literario nos pone en otro escenario: la relación con lo estético, con esa experiencia de acceder a un mundo hecho por la imaginación, esa manera de hacer nuevos génesis con la palabra, esa necesidad de tener contacto con lo bello, En suma, la literatura posibilita imaginar, soñar, extasiarse. Igualmente la literatura es importante porque “permite sumergirnos en otros mundos posibles” la literatura es refugio, una manera de romper las barreras del tiempo y del espacio, de viajar, de luchar, de arrastrarse con los personajes, de admirar sus hazañas, de horrorizarse con sus desvaríos, de protagonizar grandes aventuras, de sentir grandes pasiones que la vida verdadera nunca nos dará, de hacer posible lo imposible, de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar la carcoma del tiempo. La literatura nos permea de otra piel, de sentidos más agudos para apreciar los afectos y los sentimientos, de un gusto finísimo para lograr saborear la soledad, las ausencias, el dolor. Una manera de desnudar nuestro interior.

Me atrevo a decir que un texto literario es como esa luz al final del túnel, aunque en un principio es destellante y no nos deja observar bien lo que hay en la medida que el ojo se adapta todo se va haciendo más claro y terminamos por entender lo que vemos. El texto literario viene a liberar algo que llevábamos dentro, de manera silenciosa, también brinda una salida emocional, una posibilidad de compensación, de sentir empatía por personajes muy diferentes de nosotros mismos, de aprender de ellos, de ampliar nuestras experiencias, la capacidad de enfrentar nuestros propios problemas imitando la manera como son resueltos en la obra misma. La literatura es inconformidad, cuestionamiento, insumisión, rebeldía; hace conscientes a los lectores de la importancia de la libertad en una sociedad presa por un tirano, una ideología o una religión,nada ha sembrado tanto la inquietud, removido tanto la imaginación y los deseos como esa vida de mentiras que añadimos a la que tenemos gracias a la literatura. La literatura impide que hombres y mujeres sucumban en el letargo, en la resignación, en el conformismo, en el sometimiento generalizado a lo establecido.

Termino éste corto pensamiento con un cuestionamiento, Platón no Consideró la literatura como una arte independiente y autónoma, además que la ambigüedad de textos literarios es tan grande que sólo podrían ser interpretados correctamente por su propio autor; ambas ideas aun que pueden tienen valides no las comparto; lo diré de manera muy sintética, la literatura no requiere la ayuda de otro arte para ser funcional cada una de sus palabras puede llegar a cada persona y recrear en ellos mundos e imagines, texturas y sonidos, sentimientos y pensamientos, es autónoma por su misma naturaleza y variedad; además cada lector es un intérprete y puede dar nuevos giros aun siendo inesperados coherentemente aceptados por el mismo autor… “literatura forma de expresar las ilusiones, los sueños, que el hombre no alcanza en la vida diaria” Yepes 2015.

César Pineda